La marquesa y el “socialista”

De España llegaron dos mensajes, técnicamente desde polos ideológicos (el derechista Partido Popular y la Internacional Socialista), pero electoralmente coincidentes en servir a los propósitos de los opositores mexicanos a la continuidad de la llamada Cuarta Transformación./

Auspiciada por el Festival de las Ideas (nueva etiqueta de la Ciudad de las Ideas, que dirigía el ahora prófugo Andrés Roemer), la marquesa de Casa Fuerte, Cayetana Álvarez de Toledo y Peralta-Ramos, actual diputada en las Cortes Generales de España y vocera del correspondiente grupo parlamentario del Partido Popular, vino a Puebla a tratar de reavivar discursivamente a la alicaída coalición que encabeza Xóchitl Gálvez, quien abiertamente asumió como vitamínicas las palabras de la aristócrata hispana./

Lo más relevante no fue, en términos de las elecciones mexicanas en curso, la retórica de la citada Cayetana, sino el marco de su participación, armado por el empresario Ricardo Salinas Pliego como parte de la cada vez más abierta confrontación que libra con el presidente de la República, parte del equipo de este y, por extensión, con la candidata a la sucesión./

En cuanto a la Internacional Socialista, dirigida temporalmente por Pedro Sánchez, a la vez presidente de España, hubo un pronunciamiento que en esencia coincide con los planteamientos de la principal oposición mexicana en el sentido de que el crimen organizado ha ganado presencia en la estructura política y gubernamental del país e implica un riesgo para la democracia en general y los comicios de junio en particular. En Madrid anduvo “Alito” Moreno (el PRI es uno de los partidos integrantes de la IS) y a sus gestiones se atribuye el pronunciamiento casi xochitleco./

En otro tema: el profundo desencuentro puede convertirse en grieta y dañar estructuras y esperanzas, en un proceso acaso irreversible. Luego del deplorable homicidio del estudiante Yanki Kothan Gómez Peralta se han registrado en Guerrero muy significativas torpezas institucionales, que han acelerado los ánimos confrontacionales de los normalistas de Ayotzinapa a la vez que el presidente López Obrador ha mantenido la dureza de su discurso y, derivándolo hacia el tema de los 43, ha reiterado su condicionamiento de un eventual encuentro con padres de familia a que vayan solos, sin abogados ni asesores./

Primero se dijo que la muerte del normalista Gómez Peralta había sido en respuesta a disparos de bala desde un auto con reporte de robo, detectado en un retén; luego se tuvo que aceptar que había sido una ejecución directa de un policía estatal, sin “enfrentamiento” alguno./

Ayer se informó en la conferencia presidencial de prensa que el presunto asesino se había fugado, pero luego la Secretaría de Seguridad Pública del Estado de Guerrero (a cargo del general brigadier Rolando Solano) y la Fiscalía General de Justicia del mismo Estado difundieron comunicados tratando de exculparse cada cual, en una clara confirmación de los enredos y pifias de autoridades guerrerenses, que luego son trasladadas como “verdad” a las federales y a Palacio Nacional./

La presunta fuga del policía acusado de asesinar al estudiante agregó irritación a sus compañeros de escuela, que arremetieron contra instalaciones de la Fiscalía en Chilpancingo, con saldo de varios vehículos incendiados y varias personas lesionadas./

Así va escalando la confrontación entre el movimiento social que acompaña las demandas de los familiares de los 43 y la estructura del gobierno federal que encabeza el presidente López Obrador./

A fin de cuentas, el choque va dejando fuera de foco las responsabilidades específicas de Enrique Peña Nieto, ocupante de Los Pinos de 2012 a 2018, y de Salvador Cienfuegos, titular de la Sedena en ese lapso, a la par que se diluye la posibilidad de llegar a la verdad y hacer justicia, con la gran muralla verde olivo como escenografía dominante. ¡Hasta mañana!