Noviembre: no a la violencia contra la mujer, el legado de las mariposas.

“Si me matan, yo sacaré los brazos de la tumba y seré más fuerte”.

Esta era la frase con la que Minerva Mirabal respondía a familiares y amigos cuando se le inquiría sobre lo riesgoso que era oponerse públicamente al dictador de su natal República Dominicana, el general Leónidas Trujillo, “el Chivo”.

¿Quién fue Minerva Mirabal? ¿Quiénes fueron Las Mariposas?

Las Mariposas, como fueron conocidas las hermanas Patria, Minerva y María Teresa Mirabal, nacieron en la provincia de Salcedo, en República Dominicana, en el seno de una familia privilegiada en una apacible localidad rural.

Disidentes del régimen del “Chivo”, fueron constantemente asediadas, tanto por sus opiniones como por sus acciones políticas, siendo apresadas en varias ocasiones, en las que fueron víctimas de todo tipo de vejaciones, aún más, por ser mujeres.

Pese a ello, por su tenacidad, convicción y perseverancia, en cuanto eran puestas en libertad retornaban con mayor vehemencia a su activismo y quehaceres insurgentes.

En mayo de 1960, Las Mariposas, junto con sus esposos, fueron acusadas de atentar contra la seguridad del Estado y encarceladas. No obstante, fueron liberadas y como parte del pérfido plan de Trujillo, el régimen mantuvo prisioneros a sus cónyuges.

La tarde del 25 de noviembre de 1960, precisamente de regreso de la habitual visita a sus esposos recluidos en la cárcel de Puerto Plata, fueron emboscadas junto con su chofer por un grupo de agentes militares al servicio del dictador.

Las hermanas Mirabal fueron brutalmente apaleadas para luego ser ahorcadas, como también lo fue su chofer, para posteriormente introducir los cuerpos al vehículo donde viajaban y arrojarlo por un precipicio para aparentar que perecieron en un accidente automovilístico.

Su cruento y cobarde asesinato, así como la violación constante a sus derechos humanos y el castigo impuesto por la dictadura por sus ideas opositoras, por su convicción en la libertad y la democracia, por atreverse a alzar la voz y asumir un liderazgo, las convirtieron en un símbolo en la lucha por la libertad y hoy día en contra de todas las formas de violencia que se ejerce sobre las mujeres.

Por ello en el marco del Encuentro Feminista Latinoamericano y del Caribe que tuvo lugar en Bogotá, Colombia, en 1981, se propuso establecer el 25 de noviembre, como el Día de Lucha Contra La Violencia Hacia las Mujeres, conmemorando el día del funesto homicidio de las hermanas Mirabal.

De este modo, en 1999, las Naciones Unidas establecieron esta fecha como el Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer, con lo que se refrenda la convicción de la comunidad internacional para emprender acciones concretas tendientes a la prevención, investigación y sanción de cualquier tipo violencia contra las mujeres.

Este ha sido el legado de Patria, Minerva y María Teresa Mirabal, Las Mariposas, que pese a las múltiples formas de violencia de que fueron objeto, se mantuvieron firmes en sus convicciones, en el liderazgo del movimiento opositor a la dictadura, sin saber, tal vez, que su lucha no sólo contribuyó a la caída de Trujillo, sino también las ha convertido en un símbolo universal en la lucha contra la violencia sobre la mujer.

Frente a la creciente violencia que cada día, con impunidad absoluta, se cierne sobre cientos de mujeres, niñas y adolescentes, es nuestro deber mantener vivo el legado de las Mariposas, en pie de lucha para eliminar la violencia de género en cualquiera de sus formas, física, psicológica, económica, patrimonial o política.

¡No a la violencia contra las mujeres!