Llorando, Rodolfo relató que prefería morir en la silla eléctrica a vivir en el penal de Barrientos, ya que, aseguró, su cabeza ya tiene precio
Llorando, Rodolfo relató que prefería morir en la silla eléctrica a vivir en el penal de Barrientos, ya que, aseguró, su cabeza ya tiene precio