Bullying reactiva las alarmas

Se prendieron las alarmas por enésima vez. El bullying escolar, el motivo. Dos niños de quinto y sexto grado de primaria pretendieron cortar con unas tijeras, la lengua a uno de sus compañeros de menor edad, de tercer grado, del mismo nivel educativo que sus agresores, en la escuela Doctor Belisario Domínguez de Comitán, Chiapas.

La información oficial indica que no lograron su objetivo al ciento por ciento pero sí alcanzaron a causarle una lesión leve, lo cual ya de por sí es grave.

Para el caso no es necesario que los agresores hayan consumado su intención inicial de cortarle ese órgano muscular movible ubicado en el interior de la boca de los seres humanos, pero sí lo lesionaron y todo parece indicar que sí tenían el propósito de cortárselo.

La intención inicial cuenta, y cuenta mucho porque de haber logrado su objetivo, le hubieran desgraciado la vida a un niño de unos nueve años de edad, aproximadamente. En esa edad rondan los niños de tercero de primaria.

De acuerdo con versiones iniciales de los propios niños, los agresores encerraron en los baños de la escuela al menor cuando éste a su vez salía de los mingitorios.

Hay otro dato importante. Los menores agresores estaban embozados con sus propios suéteres y fue uno de ellos quien sacó de sus ropas unas tijeras y le provocó la lesión. El plantel escolar Doctor Belisario Domínguez se ubica en la cabecera municipal de Comitán en el barrio La Pilita Seca.

No conformes con eso, aún lo corretearon por gran parte de la escuela sin que ningún maestro se percatara de lo ocurrido. Ningún profesor se percató o si se percató nada hizo para evitar la persecución que pudo haber derivado en una segunda agresión.

Entre personas adultas tendría uno que agregarle a ese hecho todas las agravantes de un delito: premeditación, alevosía y ventaja.

Las autoridades competentes habrán de definir qué es lo que ocurrirá, en el ámbito legal, con esos niños de entre once y doce años de edad, de cuarto y quinto grado de primaria.

La gravedad simple del asunto debemos establecerla porque unos chamacos trataron de causarle una lesión física a otro niño.

Pero para el caso específico habremos de recordar que entre los seres humanos, la lengua interviene en el gusto, en la masticación y deglución de los alimentos y en la articulación de los sonidos de la voz.

De haber consumado su intención inicial, los niños agresores pudieron haberle causado a la víctima un daño para el resto de su vida. En el caso de Comitán todo parece indicar que fue una lesión leve. Ahí, el asunto deja de ser lamentable.

Pero la preocupación vuelve a surgir entre el ánimo de los padres de familia. Vuelve a aparecer porque ese hecho reseñado aquí muestra en forma clara que el bullying, en su expresión extrema, sigue ocurriendo en las escuelas de México.

Siguen sucediendo a pesar de tantos pronunciamientos oficiales de que las autoridades educativas han realizado múltiples acciones para prevenir las agresiones entre estudiantes de primaria y secundaria, principalmente.

La Secretaría de Educación de Chiapas ya emitió un pronunciamiento condenando los hechos y que ha girado instrucciones para proteger al niño agredido y para proporcionarle toda la ayuda psicológica necesaria. Pero eso por sí solo no resuelve el problema.

La Comisión Estatal de Derechos Humanos emitió la medida precautoria CEDH/VACOM/ MP/017/2016, para solicitar a la Secretaría de Educación de Chiapas que proteja al agraviado. Pero eso tampoco resuelve el problema.

La Visitaduría General Especializada de Atención de Asuntos de la Mujer de la CEDH, radicó de oficio la queja CEDH/0672/2016 por las probables violaciones a los derechos humanos de la niñez por el caso aquí referido.

Eso vuelve a prender las alarmas y debería servir de motivo para que autoridades educativas, federales y estatales, pongan en marcha un plan más efectivo para prevenir el bullying extremo como el de Comitán.

Son casos que no deben repetirse. Los directores de las escuelas son responsables de la seguridad de los alumnos en el interior de las escuelas. Ellos deben establecer mecanismos que protejan a los niños y adolescentes.

Pero debe haber algún plan general que advierta, oriente o sensibilice a los mismos estudiantes de las consecuencias que puede traer ese tipo de agresiones contra sus propios compañeros. Un plan que incida directamente en la mente de los muchachos para que cambien su conducta respecto a esos casos.

Ojalá hagan algo al respecto, pero que sea algo más efectivo. Porque todo indica que lo que han hecho hasta ahora ha sido infructuoso.

De boca en boca

En los recientes días, el gobernador Manuel Velasco Coello llevó buenas noticias a los habitantes de Tonalá. Puso en marcha una obra que va a sanear el 85 % las aguas negras en la cabecera de ese municipio de la llamada Costa Chica de Chiapas. Se trata de la primera etapa de la Planta de Tratamiento de Aguas Residuales y Colectores. De acuerdo con cálculos oficiales, esa planta de tratamiento de aguas contribuirá al desarrollo agrícola y turístico de ese municipio. El mandatario chiapaneco también inauguró el bulevar que da acceso a la Unidad Administrativa, pavimentado con concreto hidráulico; además entregó insumos agrícolas y árboles frutales. El titular del Ejecutivo inició la cimentación de la primera etapa de dicha obra, que contribuirá al cuidado del ambiente, mediante la captación y saneamiento de aguas, y aportará al bienestar de los tonaltecos. Ahí se informó que con una inversión superior a 74 millones de pesos, en esta primera etapa se construirán dos colectores, sistema de tratamiento y cárcamo de bombeo, caja de distribución, sistema de desinfección, líneas de agua recuperada de lechos de secado, casetas de dosificación, caseta de vigilancia y estructura de descarga.

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