Ojos que no quieren ver

Ya terminaron las principales fiestas decembrinas. Eso no es novedad. Todos lo saben. Pero no todos se han incorporado a sus actividades normales. Eso ocurrirá a partir del próximo lunes.

Quiero decir con eso que las actividades no se han normalizado del todo, pero aun así ya han ocurrido muchos hechos trascendentales en la vida pública de México que han mantenido a la nación entera en vilo.

Fue un fin de año políticamente ominoso e infausto.

La muerte de dos encumbrados políticos mexicanos en un accidente aéreo en Puebla, cuyas causas no han sido reveladas todavía sacudió al país y, en automático, quedó sembrada la percepción de que fue un crimen de estado.

Siguen sacudiendo al país hechos violentos, están matando a autoridades municipales electas o incluso cuando ya han tomado posesión de sus cargos, como ocurrió con un alcalde en Oaxaca, asesinaron a un presunto luchador social en Arriaga, Chiapas, apenas hace menos de 72 horas, entre muchos otros sucesos similares.

Medios nacionales informaron que anteayer hubo más de noventa ejecuciones en distintas partes del país. ¡Noventa muertes violentas en un solo día!

¿No que nos habían ofrecido que eso ya no iba a suceder? ¿No que nos habían ofrecido que traían una varita mágica para, en un santiamén, acabar con la inseguridad, la violencia, la corrupción política, bajar el precio de las gasolinas, el gas y la energía eléctrica?

Aquellos quienes creían que la nación mexicana iba a cambiar a partir del primero de diciembre, en un solo día, con la llegada de Andrés Manuel López Obrador a la presidencia, están topándose con pared. Ya se toparon con la realidad. Muchos andan hasta avergonzados.

Todos aquellos que son medianamente inteligentes sabíamos, con toda certeza, que los cambios ofrecidos por el morenista no iban a ser posible realizarlos de la noche a la mañana.

Pero hay otros que, quien sabe por qué no ven la realidad ni reflexionan lo que piensan ni lo que dicen, siguen pensando en fantasías.

No es así, no fue así y nunca será así. Las transformaciones sociales suceden en forma gradual y muchos especialistas en el tema afirman que jamás un sexenio va a alcanzar para cumplir las promesas ofrecidas por el ahora inquilino de palacio nacional, en la Ciudad de México.

Necesitamos ver la realidad tal y como es para que el país pueda avanzar. De lo contrario no sólo nos estancaremos, retrocederemos.

La violencia sigue. Las ejecuciones del crimen organizado están a la orden del día.

Reacción del EZLN

Sobre la expresión manifiesta del Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN) de oponerse a la construcción del famoso tren maya del presidente Andrés Manuel López Obrador, cuyas vías cruzarían varios estados desde Quintana Roo hasta Chiapas, se alcanzan a observar varios aspectos.

El mandatario nacional respondió a pregunta de reporteros que a él no le preocupa el posicionamiento zapatista, que cualquiera tiene derecho a manifestarse, que él no va a caer en provocaciones –como si la declaración zapatista fuera una provocación-, que es respetuoso del derecho de los demás a disentir y que él no tiene ningún problema con los líderes zapatistas. Esto último yo creo que estaba demás porque nadie ha advertido que el presidente mexicano tenga problema alguno con los líderes de esa guerrilla.

Vistas todas esas expresiones, nadie ha podido advertir todavía qué es lo que el presidente quiso decir exactamente. Porque no ofreció ningún acercamiento inmediato con los líderes zapatistas y si no hay acercamiento de representantes gubernamentales con los guerrilleros, luego entonces cómo va a darse el diálogo ofrecido.

Muchas voces que siguen negadas a la realidad han estado ofendiendo a los líderes zapatistas, les han restado credibilidad y han minimizado sus expresiones.

Claro está que los zapatistas no tienen la fuerza mediática internacional que tuvieron hace 25 años, pero su palabra todavía cuenta y cuenta mucho.

Así que quienes los han desacreditado por haber dicho que se opondrán a varios proyectos lopezobradoristas, entre ellos el del tren maya, deberían tomar en cuenta que no hay enemigo pequeño y que esa agrupación indígena podría entrar en acción en cualquier momento –marchas, bloqueos carreteros, etcétera- y a ver quién es capaz de echarles a la policía.

Muchas cosas habremos de ver todavía. Esto ni siquiera ha empezado. Hay amodorramiento y secuelas todavía de las fiestas decembrinas. Cuando éstas sean olvidadas, otra será la historia.

De boca en boca

La violencia en comunidades indígenas también sigue. Apenas ayer viernes, el presidente municipal de Aldama Ignacio Pérez Girón denunció que tres comunidades indígenas han sido atacadas por grupos armados desde la mañana de este viernes por grupos antagónicos suyos. No olvidemos que más de dos mil personas fueron forzados a desplazarse de sus lugares de origen y están viviendo en campamentos desde hace varios meses. Hay reportes oficiales de que grupos armados tomaron el control de las vías de acceso a las poblaciones. Este gobierno lleva casi un mes en funciones y continúa la ingobernabilidad en esa región indígena de Chiapas*******En la política chiapaneca las cosas importantes todavía no cuajan. Varios trabajadores del sector salud me han comentado que la enfermera y lideresa de la sección 50 del Sindicato de Salud, María de Jesús Espinosa de los Santos, está esperando el momento oportuno para volver a sus manifestaciones públicas en reclamo de pagos que el gobierno estatal les adeuda. Que su retiro fue “estratégico”. Esa palabrita que mucho les ha servido a los líderes sociales, principalmente los magisteriales, para indicar que se van por conveniencia propia, en este caso pues se atravesaron las vacaciones. ¿Cómo iban a estar luchando en los campamentos en días destinados al descanso?

alexmoguels@hotmail.com