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Chiapas prohibiría uso de bolsas de plástico

El plástico mata un millón de aves marinas cada año y cien mil mamíferos marinos y peces.

En algún momento apareció a mediados de los 50’s el plástico; la bolsa de plástico suplió a la canasta de mimbre en ciudades y pueblos. Hasta nuestros días, y lo que parecía una solución moderna y practica, es ahora uno de los peligros más grandes para la humanidad y pone en costos la sobrevivencia del planeta.

El plástico es un compuesto químico derivado del petróleo con capacidad de deformarse sin llegar a romperse, que súbitamente alcanzó el uso mundial para guardar cosas, envolver, preservar alimentos, bolsas de basura y multiusos industriales y comerciales.

Su descubrimiento artesanal como materia, empezó desde 1600 antes de nuestra era y cuando culturas antiguas encontraron el caucho derivado del árbol “castilla elástica” que dio origen al látex, 3500 años antes del proceso de vulcanización.

En 1839 Goodyear (y Hancock) en Inglaterra, inició la vulcanización del caucho, el endurecimiento y resistencia, comenzando el desarrollo de los polímeros termoestables.

El inicio de la industria del plástico se inicia en 1909 con su aplicación, los primeros plásticos llamados baquelita.

En 1926 evoluciona por procesos y combinaciones que originan termoplásticos y resinas, surge la urea metanal y así se va fabricando el monstruo de apariencia útil, pero es hoy un veneno planetario y amenaza para la vida animal y humana.

Su estructura macromolecular la hace casi indestructible con resistencia a la degradación ambiental y biológica.

Hoy la existencia humana urbana y popular está ligada indisolublemente al plástico.

Su existencia y aplicación es útil, pero se salió de control, desconociendo los efectos catastróficos para la naturaleza, por su compuesto inorgánico.

La alarma mundial actual se centra en el mar, a donde llegan tarde o temprano los recipientes de consumo humano, que la pobreza y la poca cultura ambiental los arroja a través de los ríos, aunado al turismo inconsciente que los deja en las playas.

Para la vida animal marina, el plástico es veneno puro pues cuando flota, en su transparencia y textura parece una medusa, alimento natural de las tortugas que lo confunden e ingieren, causándoles obstrucción intestinal, asfixia y muerte.

El plástico mata un millón de aves marinas al año y cien mil mamíferos marinos y peces.

España, China, Irlanda, son algunos países que han prohibido el uso del plástico en establecimientos comerciales.

Para modificar los hábitos actuales, habría que revisar cómo era la vida en los pueblos de México y mercados antes de la llegada del plástico.

Uno de los recuerdos de la niñez en provincia, es cuando las trabajadoras domesticas de la casa o las mamás salían al mercado llevando una canasta de mimbre. Era el recipiente natural y sano para cargar el mandado. Revisar la canasta al regreso era un manantial de emociones.

Actualmente la canasta se sustituye con diez o quince bolsas de plástico con que entregan los vendedores sus productos.

La canasta fue un componente cultural afortunado, porque se volvía a usar al otro día, porque duraban muchos años, además mantenía ventilación natural sobre los productos, pues la canasta respira y deja cruzar el aire por las aberturas.

La otra parte del componente normal del mandado, envueltas en bolsas de papel o libres, lo constituían las frutas o insumos naturales.

Hoy la basura urbana que producimos y que llega a los océanos, arroja datos escalofriantes y está produciendo islas de plásticos que flotan mar adentro.

700,000 kilómetros cuadrados, hasta los 15 millones de kilómetros cuadrados (dos veces el tamaño de los Estados Unidos, dan cuenta de su impacto).

En 1999 un estudio realizado por la fundación Algalita, cuyo fundador descubrió la Isla de Basura, reveló que había más de 334 mil pedazos de plástico flotante por cada kilometro cuadrado de océano. Seis kilómetros de plástico por cada uno de plancton, lo que provoca la alarma mundial y foco rojo para la humanidad.

¿Podremos revertir el uso indebido del plástico, legislar su uso comercial y convertirnos en un estado modelo de conciencia ambiental en el país?