La burla de Andrés

A cruzar los dedos

En un país empobrecido, saqueado y engañado, el mandante López Obrador insiste en presumir por las remesas que los mexicanos en el exterior envían a sus familias tras pasar inhumanas persecuciones y tratos igualmente infamantes, en muchos casos como si fuesen animales de carga o esclavos bajo el espejismo de una solidaridad dudosa porque solamente los patrones obtienen un ahorro millonario por contratar obra barata por debajo de los estándares mínimos.

Las remesas rompieron un récord que parecía inalcanzable: entraron al país, por esta vía, más de 60 mil millones de dólares, esto es bastante más que en el ciclo anterior. Esta no es una buena noticia aunque se logre un poco de estabilidad social; no lo es porque significa que millones de mexicanos debieron depositar, en promedio, quinientos dólares por cada giro hacia México y bajo condiciones de agio extremo por quienes realizan las operaciones anteriormente exclusivas del Banco Azteca, propiedad de Ricardo Salinas Pliego, la mayor sanguijuela de México.

Por desgracia quienes se hacen millonarios no son los trabajadores perseguidos y maltratados más allá de la frontera con USA -hay casos, debe apuntarse, que se salvan de esta condición-, sino un puñado de agiotistas con la bendición de un gobierno que dice estar a favor de los pobres. Nada más falso. Al contrario: las remesas apuntan hacia la economía de la pobreza y, en el mundo, representan un estatus que las convertiría por sí mismas en la séptima “potencia” económica del mundo. Ya es hora de que algún representante de los llamados braceros se incorpore al deplorable G-20 donde todo lo manejan sin la menor sensibilidad social.

Pero de lo anterior a considerar el aumento de los envíos como una aportación de la administración morenista, la más demagoga de la historia, existe un abismo de diferencia, el mismo que existe entre la propaganda mentirosa y ruin y la realidad. Así, como Goebbels, los voceros presidenciales y la reina de las mentirosas, Ana Elizabeth García Vilchis, cuya voz sarcástica y su mala lectura es la combinación perfecta para mostrar al mundo cómo se comporta nuestro gobierno en el mundo jacobino de López.

Nunca las remesas fueron motivo de orgullo para los señalados mafiosos del poder. Jamás se había llegado tan bajo como hoy.

La interrogante que se repite por doquier es acerca de los escenarios previsibles para el gobierno sobre los comicios de junio venidero con serios riesgos no solo para la democracia sino, sobre todo, para la estabilidad del país. Observamos cuatro perspectivas al respecto, las oficiales, subrayo, la otra es el triunfo de la oposición con Xóchitl a la cabeza:

A)- Que gane Morena sin mayores impugnaciones pese a algunas truculencias en los consejos estatales y en la recepción del INE bajo sitio. En este caso, la sumisión será decisiva.

B)- Que el triunfo de Morena signifique una descarada elección de Estado, con la exacerbación de todos los vicios del priismo hegemónico convertido en el PRI-MOR. Si este fuera el caso, la sociedad civil reventaría y saldría a las calles a exigir una nueva elección y, en su caso, la destitución de los consejeros del INE afines al gobierno lopezobradorista y a los candidatos del mismo.

C)- Que se rompan todos los esquemas para imponer a la señalada por Andrés o, peor aún, que este decida, ante el desorden, prorrogar su mandato arguyendo que perdió dos años por la pandemia maldita. En este caso el choque sería frontal entre conservadores -los de AMLO- e incluso el Ejército que parece agazapado en espera de un buen pretexto para dar rienda al reprimido escudo del golpismo, desde hace años incubado en las mentes más autoritarias del país.

D)- Una gran abstención, superior al sesenta por ciento de los empadronados, restaría toda legitimad al “vencedor” así fuese el señalado por AMLO para sucederlo. En este caso la ciudadanía podría mostrarse más tolerante pero igualmente exacerbada por el continuismo y la ausencia de valores electorales para refrendar esta causa.

Habrá un solo perdedor en cada una de las escenas: el pueblo de México al que tanto ha hollado el mandante de Palacio. Y yo avizoraba solamente a una ganadora para rescatar a los mexicanos del desastre.

La Anécdota

Los rostros de los emigrantes asesinados -tal calificativo cabe al verificarse la crueldad de un encierro abominable-, en Ciudad Juárez por un incendio en las instalaciones del Instituto Nacional de Migración, estarán siempre presente ante el titular del Ejecutivo como fantasmas terribles que hablarán a través de sus seres queridos y de gran parte de la República, como tristes representantes de cuantos han muerto en este sexenio bajo la impunidad del crimen organizado.

Si la tendencia continúa -no lo deseamos- se observa factible que al final del periodo de AMLO -el 30 de septiembre de 2024-, los ejecutados por los que no se anduvieron con contemplaciones, ni abrazos, sumen 200 mil o más, una cifra que creíamos imposible de alcanzar cuando creíamos en la civilidad y la paz pública. El obradorato no puede tener perdón histórico alguno.

loretdemola.rafael@yahoo.com