Migración japonesa; 120 años en Soconusco

En los días de crisis en las relaciones de México y Estados Unidos, por cuestiones migratorias y comerciales, la amistad y hermandad de Japón hacia nuestro país se manifiesta como símbolo de paz y convivencia inteligente, por medio de su Compañía de Danza Teatral de Okinawa CHURA, en agradecimiento por la hospitalidad mexicana-chiapaneca hace 120 años a un grupo de migrantes del Sol Naciente en la Región Soconusco.

Noche de Gala en el imponente Teatro de la Ciudad de Tapachula, renovado Santuario Cultural de la Frontera Sur, que este martes 7 de febrero sirvió de escenario para la presentación de este magnífico grupo de jóvenes japonesas que del inicio hasta el final de su presentación mantuvieron la atención del público, que con sumo interés y respeto, disfrutó durante una hora 20 minutos, el enfoque contemporáneo que fusiona danza, música en vivo, artes marciales y leyendas ancestrales.

Grupo de ocho jovencitas, Wakako Komine, Kazue Higa, Miyuki Tokumoto, Asako Nishiyama, Kumi Tamashiro, Naruko Sadoyama, Megumi Yonaguni y Megumi Gushi que parecieron multiplicarse 10 veces más en sus representaciones, dedicadas desde 1998 a rescatar la tradicional disciplina del antiguo reino autónomo de Ryukyu, el archipiélago integrado por 160 islas –sólo 44 están habitadas-, que conforman un cinturón al sur de Japón, de las cuales Okinawa es la principal.

Conocida también como “La Isla del Baile y del Canto”, está considerada actualmente como uno de los tesoros de las artes tradicionales de la nación japonesa, entre las cuales el baile típico de Ryukyu, es parte del patrimonio intangible japonés, por el esplendor de la belleza de sus formas.

Espectáculo que daría comienzo minutos después de las seis de la tarde en que el maestro de ceremonias y acompañante musical del grupo Kouji Hishimoto informaría que el evento se realizaba con motivo de los 120 años dela migración japonesa a México, estaba auspiciado por el Ministerio de Cultura del Gobierno de Japón, en colaboración con el Consejo Estatal para las Culturas y las Artes del Gobierno de Chiapas (Coneculta), así como la Fundación Japón en México.

Y sin más preámbulo daría comienzo la función con la danza Yotsudake –cuatro bambúes-, en la que cada una de las bailarinas llevaba puesto un vistoso sombrero grande, conocido como Hanagasa, que significa sombrero de flor, creado con la imagen del sol rojo, el cielo azul y el mar de Okinawa.

Todas las participantes de ese cuadro multicolor, vestidas con kimono teñido de manera tradicional Bingata y con cuatro bambúes en las manos, tocando a manera de castañuelas.

Una sincronía impecable en cada uno de los movimientos realizados por las bellas jóvenes, que emanaban de sus rostros dulzura y pasión en cada uno de sus movimientos, mientras ejecutaban la danza de la grulla y la tortuga, representada igualmente en el kimono que lucían con gran porte a cada paso, simbolizando la larga vida y la buena surte, en la que destacaban las imágenes de pequeños peces que ilustran la tranquilidad del mar de las islas del archipiélago.

Interpretación del Baile del Mar, que utiliza un vestuario azul que representa al mar de Okinawa, seguido de la Danza de Los Remos, de estilo cómico originaria de Ryukyu, que representa la actividad de los pescadores.

Después de la presentación de la naturaleza elegante de Okinawa, vendría una de sus danzas valientes, con movimientos de las artes marciales tradicionales y de karate, que por cierto es originario de esta isla, con fino y por demás espectacular, pero con la delicadeza femenina en los movimientos corporales.

Para ese momento, el público se había entregado con sus fuertes aplausos a cada uno de los bailables llenos también del misticismo de la cultura oriental, en la que destacaría la danza que llegaría de China, la del Sishi, un león al que dan vida dos bailarinas, que ahuyenta los malos espíritus, pedir por una cosecha abundante y tener una próspera descendencia llama a la abundancia y prosperidad.

Megumi Gushi, la cantante de extraordinaria voz de la Compañía, interpretaría varios temas en su idioma japonés, acompañada de Kouji Hishimoto que permitía a sus compañeras el cambio del fastuoso vestuario, que al ser siatinto en cada presentación, daba la impresión de que la Compañía de Danza Teatral de Okinawa CHURA, bajo la estupenda dirección de Wakako Komine y la producción de Asahi Tamamiya, estaba integrada por unas 80 bailarinas.

Llegaría el momento de la entrega total del respetable del Teatro de la Ciudad remodelado con un costo de 45 millones de pesos, por el Gobierno de Manuel Velasco Coello, reinaugurado apenas el pasado diciembre, cuando Gushi hiciera su aparición en el escenario ataviada con un sarape de saltillo estilizado, para interpretar en español la popular canción “La Bikina”.

Impresionante la respuesta del público que lo mismo cantaba de pie, que aplaudía al ritmo de la música acompañada con solamente dos instrumentos –guitarras- típicos de Okinawa.

Seguiría en la programación un baile de corte humorístico y alegre (Mamidoma-Ineshiri), alusivo a la vida de los agricultores del pueblo, llevando en las manos sus herramientas, un azadón y una hoz.

Angama, la danza de corte humorístico, en la que las participantes usan una máscara de un abuelito de Okinawa, para luego continuar con Eisa, una impresionante danza, considerada como la más representativa de la isla mayor del archipiélago, usando el Taiko, tambor tradicional, que junto con el Kachashi, otro baile libre y divertido, hicieron bailar a toda la concurrencia, mientras se escuchaba que en Okinawa existe una vieja frase que dice Chimu don, que significa alegrar el corazón, con el que la Compañía de Danza Teatral de Okinawa se despidió, segura de que con el sonido del tambor resonando en cada uno de los más de mil asistentes, sintieran la emoción del folclor japonés.

Fin de la fiesta de este pequeño grupo de artistas orientales, en gira por Soconusco, para recordar los 120 años de la llegada de sus ancestros a tierra chiapaneca-mexicana, que los llevaría el miércoles 8 de febrero a presentarse en la cabecera municipal de Acacoyagua, distante una hora por carretera de Tapachula, fundada por los migrantes pioneros del Imperio del Sol Naciente, donde por cierto se encuentra un obelisco en su honor, con sus respectivos nombres.

Combinación de luces, sonidos y escenografía oriental, que hacían todavía más espectacular la presentación de este show financiado por el Gobierno de Japón, bajo la coordinación de su embajada en la ciudad de México.

Que mejor forma de festejar el arribo de aquél puñado de 35 japoneses menores de 30 años, que el 19 de mayo de 1897, luego de recorrer una ruta marítima de 13 mil kilómetros, arribarían a las inmediaciones de Escuintla, entrando días antes por el puerto de San Benito, hoy Puerto Madero-Chiapas.

Previo a su arribo, el Gobierno de Japón había comprado al de Porfirio Díaz, suficientes hectáreas para su asentamiento, a iniciativa del ministro de Relaciones Exteriores Takeaki Enomoto, cuyo apellido sería impuesto a los expedicionarios que venían dispuestos a crear polos de desarrollo y producción en la Región Soconusco.

Realización de este importante evento cultural, no solamente significativo, sino de alto rango internacional, que en los 19 años de creada la Compañía, ha estado presente en 38 países y 72 ciudades de cuatro continentes.

Contacto inicial con Norma Arellano Peñuelas, directora de la Casa de Cultura del Consejo Estatal de las Culturas y las Artes de Chiapas en Tapachula, por parte de la Fundación Japón de la Ciudad de México, para solicitar su apoyo para la presentación en la ciudad más importante de la Frontera Sur.

Petición de uso del remodelado Teatro de la Ciudad, por estar bajo su responsabilidad, pago de boletos de avión, habitaciones, alimentos y transporte a la oficina de la Alcaldía, que fue rechazada, con el argumento de que no había presupuesto. Conversación de la representante de Coneculta, con Magdia Cruz Cruz, octava regidora de Cultura y Deporte del Ayuntamiento Municipal, quien enfrentó también la cerrazón, pero pudo finalmente apoyarse en sus compañeros del Cabildo, para lograr el permiso para la presentación en el edificio remodelado por la Administración estatal, así como la renta de un autobús para el desplazamiento de las artistas y demás integrantes de la Compañía.

Un mal precedente de la autoridad municipal, que por enésima vez niega el obligado apoyo a un evento único y excepcional, que difícilmente volverá a presentarse de manera gratuita en Tapachula. Los demás gastos serían financiados por el Ministerio de Cultura y la Fundación Japón en México.

Vergonzosa situación, que da idea de la falta de sensibilidad de la autoridad local, que aunque lo intentó no pudo bloquear finalmente el propósito del gobernador Manuel Velasco Coello, de enriquecer las actividades culturales de alto nivel en la Región Soconusco.

Todavía como burla, de los mil 100 lugares del Teatro, solamente se otorgarían 50 espacios inadecuados a Coneculta Tapachula, para dejar constancia de que la presentación de la Compañía de Danza Teatral de Okinawa, era gracias al munícipe.

Al final de la presentación, desde la cabina de sonido, un empleado del edil pedía aplausos para su jefe por traer a Tapachula este evento cultural que junto con la remodelación del Teatro, demuestran que “es el presidente municipal del cambio en Tapachula”, que por su seguridad personal, los hombres fueron cacheados por policías de civil, en tanto las damas registradas de sus bolsos de mano, con el evidente malestar por lo que se consideró una falta de respeto en un recinto eminentemente cultural.

Gira cultural de agradecimiento del pueblo japonés al de México y Chiapas, que diera comienzo el viernes 3 de febrero, en la Sala Manuel Covarruvias

de la Universidad Nacional Autónoma de México. Este jueves 9, se presentarían en la ciudad de Puebla, para luego continuar su periplo por Guatemala, Cuba y Panamá, donde el arte y la tradición japonesas serán también objeto de admiración.

Un evento parte de un festejo que Japón no olvida y agradece, en el año en que desde el primer día de enero, México enfrenta la agresión de corte belicista y terrorista del nuevo presidente de Estados Unidos, Donald Trump, que ha empezado a deportar a inmigrantes principalmente mexicanos, además de centroamericanos y de otras nacionalidades de los cinco continentes, que según ha advertido sumarán varios millones en los siguientes cuatro años de su mandato como jefe de la Casa Blanca.

Aniversario 120, que tendrá a la Región Soconusco como anfitriona de la celebración, que incluirá la visita de importantes personajes de la vida política y de la cultura de Japón, lo mismo que de una fragata de la Armada del país oriental, que llevará a cabo una visita de amistad y será recibida con su tripulación en las instalaciones de la Zona Naval.

La otra cara de la historia, de dos pueblos distantes, hermanados hoy por la solidaridad y la cooperación, como ejemplo al mundo.

Premio Nacional de Periodismo 1983 y 2013. Club de Periodistas de México.

Premio al Mérito Periodístico 2015 del Senado de la República y de Comunicadores por la Unidad A.C.