En un intento más por tratar de presionar a las autoridades federales para echar abajo algunos de los apartados de la reforma educativa aprobada en el presente gobierno, maestros de la Sección 7 del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE) se movilizaron ayer en algunos puntos de la entidad, en medio de diferencias internas cada vez más acentuadas.

  Pareciera que por más que los profesores inconformes digan que no permitirán que la reforma aterrice en Chiapas, poco a poco las autoridades federales a través de la Secretaría de Educación Pública (SEP), han ido avanzando en lo que parece su inevitable aplicación.

  Por lo que se ve, cada vez los maestros inconformes, aglutinados en la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE), tienen menos margen de acción y fuerza para protestar y hacer que el gobierno eche reversa en algunos puntos, sobre todo en lo relativo a la evaluación docente.

No es para menos, son más de dos años de desgaste en movilizaciones y protestas con las que casi nada han obtenido, más que ir alargando un poco la aplicación de la reforma.

  Algunos de los pocos logros que habían obtenido negociando con las autoridades estatales, se les vino abajo la semana pasada, luego de que la SCJN invalidara algunos artículos que permitían a los profesores alguna rendija para la defensa de sus derechos y conquistas.

  Desde su momento se supo que podría ocurrir lo que pasó finalmente, ya que el Gobierno federal anunció en su oportunidad que impugnaría los acuerdos referidos, negociados por los gobiernos locales para quitarse de encima las protestas magisteriales que imperaban.

  Si bien el magisterio chiapaneco todavía mantiene núcleos importantes que se movilizan, pareciera que cada vez existe más desánimo y varios educadores de plano han optado por aceptar la aplicación de la reforma educativa y sus leyes secundarias.

  Los profesores saben que el tiempo se agota y que si no hacen algo más fuerte difícilmente podrán parar la reforma, pero saben también que conforme pasen los días, los meses, se las irán aplicando irremediablemente.

  Desde la reciente llegada del nuevo titular de la SEP, Aurelio Nuño, se han incrementado las acciones y declaraciones tendientes a arrinconar más a los maestros aglutinados en la CNTE, manteniendo el discurso de no pagar los salarios a quienes no trabajen y de que la aplicación de la reforma no tiene marcha atrás.

  Podría decirse que el gobierno ya resistió los embates más fuertes de las protestas, las cuales ha ido acotando mediante el uso de la policía de los tres niveles cuando ha sido necesario.

  A tal grado ha resistido que la CNTE lleva muchas semanas demando la reinstalación de la mesa de diálogo en la Secretaría de Gobernación sin conseguirlo y por lo que se ve no está fácil que logre su objetivo, más porque Nuño, como presidenciable que presuntamente es, necesita mostrar firmeza y capacidad para torear el problema.

  Adicionalmente, los mentores chiapanecos enfrentan fuertes diferencias internas, como las reflejadas en las movilizaciones de ayer, ya que unos grupos habían decidido sólo realizar “concentraciones” en algunos sitios, aunque después terminaron sumándose a los bloqueos acordados por otros sectores, sobre todo el de educación indígena, al que las autoridades califican de radical.

  Seguramente ambos factores, la decisión del Gobierno federal de imponer la reforma y la división interna, ocasionarán más temprano que tarde la aplicación de la reforma educativa en la entidad, con todo lo que ello implicará, para bien o para mal del país.

Picotazos

Desde la semana pasada surgieron versiones de que el chiapaneco Willy Ochoa Gallegos, diputado local por uno de los distritos de Tuxtla Gutiérrez, ocuparía un cargo en el Comité Ejecutivo Nacional (CEN) del Partido Revolucionario Institucional (PRI), pero pocos pensaron que sería el de Secretario de Organización, el tercero más importante en la estructura del tricolor, después de la Secretaría General. Su nombramiento se concretó ayer en la Ciudad de México en un acto encabezado por el presidente nacional del PRI, Manlio Fabio Beltrones. Lo anterior significa que Willy queda descartado para dirigir al PRI chiapaneco, en el cual habrá de darse el relevo en las semanas o meses próximos. De esta forma, el líder estatal Roberto Albores Gleason podrá tratar de seguir impulsando a su alfil, Hugo Pérez Anzueto, aunque al parecer no está nada fácil que lo logre, porque la percepción de los priistas es que “entregó” o perdió más posiciones de las que debía en las pasadas elecciones del 19 de julio. Según diversos militantes, en las últimas semanas ha aparecido con mucha fuerza el nombre de Roberto Domínguez Castellanos, rector de la Universidad de Ciencias y Artes (Unicach), como posible candidato a presidir el Comité Directivo Estatal. Es cierto, su estancia y su empuje para elevar el nivel académico de la casa de estudios en los últimos años lo ha reinstalado en el escenario que necesita el PRI chiapaneco para mantener esperanzas de ser cabeza en la alianza rumbo a la gubernatura en 2018. Lo que hasta ayer no había quedado claro es si Willy Ochoa pedirá licencia o no al cargo de diputado en el Congreso del estado.

Para tristear: Ayer nos enteramos de la lamentable muerte de Jorge Pliego, camarógrafo de Televisa que cubrió información relacionada con el alzamiento armado zapatista de 1994 y la guerra en Irak. Era conocido como el “Pandita” porque cuando se había tomado unos tragos le daba por hacer en el piso unas piruetas parecidas a las de los osos. Descanse en paz. Para reír (de las redes sociales): Un borracho se tropieza con un militar y le dice: “Disculpe mi sargento”. Este revira: “¿Cómo que sargento? ¿No ve las estrellas?”. Agrega el borracho: “Bueno, disculpe mi cielo”. Fin