*Ya son muchos

*Aquel pantano

Si fuera un caso sería excepción; y si tal se castigara entonces aseguraríamos que, de verdad, se combate a la corrupción. Pero bien sabemos la realidad: en el gobierno de la llamada 4T –por tragedia-, quien no tiene las manos manchadas de sangres muestran los polvos de los dineros mal habidos provenientes de tantas fuentes, desde empresarios felones hasta sicarios de los cárteles más poderosos, que inclinan la balanza a favor de sus intereses manipulando al colectivo.

No es un caso, qué va. Solo entre los hermanos e hijos del icono de la falsa izquierda -¿es necesario escribir su nombre?-, acumulan señalamientos de abierta inmoralidad pública intolerables, sin duda, para una administración sana y en desarrollo. ¡Falso que los bonos bimestrales a los adultos mayores –ahora de 65 años-, el alza al salario mínimo que compite con la inflación y la vacunación contra el covid sean motivos para exaltar al sexenio actual como social y honesto! Recuerden: el dinero público, incluso las reservas para las contingencias, se han agotado a golpes de despilfarros –jamás estaré de acuerdo en la entrega de dinero a los llamados “ninis” para consentirlos aunque no hagan nada con estipendios de la nación-, agujeros negros económicos –ya existentes desde antes de la pandemia-, y el torpe manejo de los males mayores: la violencia, el virus de la corona –impuesto por el mandamás- y la vergonzosa impunidad que viene, ésta sí, de arriba hacia abajo, desde los López Obrador hasta los inferiores para quienes su dignidad vale igual a sus lisonjas; mencionemos algunas:

—“El presidente no es factor de contagio sino es un factor moral”: Hugo López-Gatell, el lacayo de la salud –no subsecretario ni el zar- dispuesto a lamer el piso infectado por la enfermedad Sars-Cov-2, ahora Omicrón, mientras aguarda la expansión de esta nueva cepa de coronavirus para volver a sus conferencias nocturnas cuyo rating volverá a subir con el ingrediente del miedo.

—“Las protestas de los padres de niños con cáncer tienen esencia golpista”: el propio López Gatell y el títere de la imagen presidencial, “El Pigmento” Ibarra, nuevo señor telenovela casi a la par con el extinto Ernesto Alonso de que lo fue en Televisa, la empresa más beneficiada por el gobierno en curso en materia de publicidad; recibe 83 millones 532 mil 385 peso, por encima de TV Azteca, la del rentable socio y mafioso Ricardo Salinas Pliego, que se lleva 74 millones 594 mil 700 pesos.

3.- “Este régimen es estalinista”: Jack Ackerman, esposo de la corrupta acaparadora de terrenos Irma Eréndira Sandoval, retirada de la secretaría de la Función Pública bajo el escándalo, ahora se queja de que el expatrón de su mujer actúa como el viejo ex dictador ruso quien guillotinaba a los miembros de su séquito por cualquier intriga palaciega; él, sin embargo, no dice de sus conexiones con el Foro de Sao Paulo que sigue AMLO casi al pie de la letra... ¡qué bien disimulan los cómplices!

—“Pediré desmantelar la Estatua de la Libertad”: Una de las mayores perlas dentro de los exabruptos del mandante.

Y son solo cuatro locuras. Las demás nos llevaría un libro –ya estoy en eso- para desfigurar la falsa transformación de uno de los mandatos más corruptos de la historia y el más nepotista.

La anécdota

Solía repetir, incansablemente, el señor de los cielos políticos, el de Palacio, que él podría pasar, como ave blanca, por encima de cualquier pantano sin ensuciarse las alas. Una imagen bucólica digna de un personaje tan cursi como el referente.

En la actualidad, convertido en un cuervo de las mil mentiras, no podría ensuciarse más porque ya ni siquiera se notaría; si acaso de ir al Lago de Chapultepec podría llenarse de desperdicios, sobre todo mientras duró, aferrada, la ex jefa de Gobierno de la capital, su querida Claudia Sheinbaum Prado, casi familiar suya gracias al promiscuo Andy junior, se entregó a la tarea de inaugurar un cablebús –esto es un teleférico- en Indios Verdes. Y ya van en una tercera línea. Veremos si las cabinas aguantan el paso de miles y miles de pasajeros o si todo este experimento termina como la L12. Lo apuntamos sin malos deseos.

loretdemola.rafael@yahoo.com