Cuidar el agua

En varias ciudades del estado ha comenzado a escasear el agua entubada que se utiliza en miles de hogares, lo que ha sido motivo de preocupación de pobladores y autoridades, sobre todo porque todavía falta la etapa más fuerte de la temporada de secas.

Tal situación ha obligado en algunos casos a racionar el servicio y en muchos otros, el agua de plano no llega a los hogares por la falta de presión suficiente, sobre todo para que suba a los tinacos que sirven para almacenarla, pues en el caso coleto en la mayor parte de colonias y barrios el agua llega un día sí y un día no.

Apenas hace poco más de una semana el director del Sistema de Agua Potable y Alcantarillado Municipal (SAPAM) de San Cristóbal, Juan de Dios Bermúdez Crócker, advirtió que los manantiales se encuentran en los niveles mínimos y en algunos casos en una crisis severa.

En el manantial de llamado La Kisst, por ejemplo, que abastece a más del 60 por ciento de la población local, el nivel ha descendido hasta 75 centímetros, y así están los demás.

En Tuxtla Gutiérrez ha ocurrido lo mismo porque a varias colonias no ha estado llegando el agua de manera regular, por lo que las quejas no se han hecho esperar.

Todavía ayer, las autoridades de Protección Civil en el estado Chiapas pidieron a la población cuidar y racionar el agua potable debido a la escasez en diferentes regiones y a tomar las medidas preventivas correspondientes.

Ahora sólo queda esperar que la temporada de lluvias se adelante o cuando menos no se retrase tanto para que la escasez de agua no se prolongue tantos meses.

La preocupación por la falta de agua es cada vez mayor en diversos sectores, pero pocos hacen algo para tomar medidas efectivas que reviertan el problema. Habría que empezar por realizar campañas intensas de concientización entre la población, así como educativas en escuelas con los niños, y no sólo durante estas fechas críticas sino todo el año.

Si bien es cierto que en la época de seca baja el nivel de los manantiales en todas partes, lo que provoca que el abastecimiento sea irregular, en muchas ocasiones las autoridades de los sistemas de agua potable y alcantarillado buscan aprovechar el viaje para tratar de incrementar las tarifas, con el argumento de que si no lo hacen se pondría el riesgo su operación.

No pocos usuarios piensan que además de usar como pretexto el asunto del estiaje, las autoridades buscan también aprovechar la situación para vender agua en pipas, de cuyos ingresos no le dan cuenta a nadie. Esto ha sido de siempre porque resulta un buen negocio.

En el caso del SAPAM de San Cristóbal se necesita también que se ponga orden porque se habla de que existen 60 mil tomas y sólo 45 mil están registradas, sin contar con que en las fugas se desperdicia una cantidad enorme de agua. 

En la ciudad coleta son varias las colonias afectadas, pero una de las que más se ha quejado es La Pradera, en el sur de la ciudad, ya que ni siquiera a las casas ubicadas en las partes bajas está llegando el agua de manera regular, por lo que ya están desesperados y muchos molestos porque ya pagaron todo el año por adelantado.

Aunque en este caso a los colonos les parece hasta sospechoso que, por ejemplo, el fraccionamiento en el que vive el alcalde Marco Antonio Cancino González, a tres cuadras de La Pradera, no tiene problemas de abastecimiento.

Esta colonia lleva tres meses sufriendo la escasez de agua, pero en las semanas recientes ha empeorado la situación y el argumento que les dan las autoridades del SAPAM es que se debe al problema del estiaje y/o que es necesario regular las válvulas, lo que en teoría sería relativamente fácil, por lo que no se entiende por qué no lo hace.

Es de suponerse que en los dos meses próximos el problema de la falta de agua se agudizará en toda la ciudad, por lo que será necesario que todos pongamos algo de nuestra parte para evitar desperdicios porque cada gota que no se utiliza adecuadamente le hará falta a otras personas que igual deben de disfrutar de ese derecho humano.

Picotazos

El clamor porque se haga justicia por el asesinato de la periodista Miroslava Breach, corresponsal del diario La Jornada en Chihuahua, se ha extendido a muchas partes del país con manifestaciones de protesta, lo mismo que la exigencia de que se brinden garantías al gremio para el ejercicio periodístico, ya que cada vez más se trabaja en una situación de vulnerabilidad. Muchos sectores nacionales se han unido a estas dos demandas aunque existe cierta certeza de que desgraciadamente este nuevo crimen podría también quedar en la impunidad porque se trata de grupos de narcotraficantes… Por más que las autoridades digan que se tomarán medidas para evitar los bloqueos, parece un cuento de no acabar. Ayer mismo, más 400 transportistas de 16 organizaciones de Teopisca realizaron un bloqueo en la carretera Panamericana para exigir que sea combatido el pirataje. Con cada cierre carretero se daña no sólo a miles de personas que lo sufren directamente sino la imagen del estado, lo que inevitablemente repercute en otros niveles y afecta la llegada de turistas, de lo que viven miles de familias chiapanecas de todos los estratos sociales, no sólo los empresarios de la llamada industria sin chimenea. Y apenas el viernes pasado otro grupo de personas bloqueó la autopista costera para exigir la entrega de apoyos para la producción y el arreglo de la carretera, lo que ocasionó muchos problemas. Por ello, se necesitarán más que declaraciones para evitar que sean cerradas las vías de comunicación con cualquier pretexto, válido o no. Fin.