México.- A 38 grados centígrados y con una sensación térmica de 47, las casas Senda de Vida, en Reynosa, Tamaulipas donde se albergan mil 700 migrantes se han convertido en un verdadero infierno.
Pese a esto, agradecen no vivir en casas de campaña como lo hacían hace apenas unos meses pues les resultaría imposible sobrevivir a las altas temperaturas que se registran en la ciudad.