La imposición de tarifas del 25% a las importaciones de acero en EE.UU., podría afectar gravemente a los productores latinoamericanos, quienes no solo perderían acceso al mercado estadounidense, sino que también enfrentarían una mayor competencia del acero chino en sus propios países. La sobreproducción mundial del metal, con China como principal actor, genera distorsiones que podrían agravar la crisis del sector en la región.


La producción de acero en América Latina ha caído durante tres años consecutivos, con una reducción del 3.6% en 2024, mientras que el consumo total alcanza los 73 millones de toneladas. Con la imposición de aranceles, el desvío del comercio podría provocar una inundación de acero barato en el mercado latinoamericano, poniendo en riesgo el sustento de 1.4 millones de trabajadores en la industria.