.
Este lunes comenzó a aplicarse un arancel del 20.91% al jitomate mexicano importado por Estados Unidos, tras el retiro de ese país de un acuerdo comercial que protegía a productores locales. La medida, anunciada desde abril por el gobierno de Donald Trump, afecta a un producto del que México suministra cerca del 70% del mercado estadounidense. Dado que aproximadamente la mitad de la producción nacional se destina a exportación, el nuevo impuesto podría generar una sobreoferta interna de hasta 178,000 toneladas, según expertos, lo que elevaría el riesgo de desperdicio.
Ante esta situación, la presidenta Claudia Sheinbaum aseguró que su gobierno trabaja de la mano con los productores para reducir los efectos negativos. "Estamos trabajando con los jitomateros del país para que haya los menores efectos", expresó. Aunque el arancel podría impactar la competitividad de las exportaciones, Sheinbaum señaló que es poco probable que Estados Unidos deje de importar jitomate mexicano, ya que no tiene capacidad para abastecer su demanda con producción local.
