El volcán Lewotobi Laki Laki, en Indonesia, volvió a hacer erupción con una serie de potentes explosiones que lanzaron columnas de ceniza de hasta 10 mil metros de altura, visibles a más de 150 kilómetros. La emergencia obligó a evacuar aldeas cercanas y provocó la cancelación de decenas de vuelos, incluidos los que llegaban y salían de la turística isla de Bali. Las autoridades elevaron la alerta al nivel máximo y ampliaron la zona de peligro a 8 kilómetros del cráter, donde también fue evacuado el puesto de monitoreo del volcán.
Fuera del perímetro de riesgo, comunidades como Boru, Hewa y Watobuku reportaron caída de cenizas, mientras que residentes de Nurabelen fueron trasladados a refugios en Konga y Nileknoheng. Las cancelaciones aéreas afectaron vuelos entre Bali y países como Australia, Malasia, India y China. A pesar de la interrupción del tráfico aéreo, los aeropuertos en Bali y Labuan Bajo permanecen operativos, con aerolíneas como Jetstar trabajando para reprogramar sus servicios en cuanto la nube volcánica se disipe.
