Tras el feminicidio de Keila Nicole, una menor de 13 años en San Quintín, Baja California, la presidenta Claudia Sheinbaum anunció una intervención integral en la región, acompañada de un censo para entender y atender las condiciones sociales del área. Un adolescente de 16 años fue vinculado a proceso por el crimen, lo que llevó a la mandataria a señalar que este tipo de hechos no pueden desligarse de la descomposición social que viven comunidades agrícolas donde predominan el trabajo informal, la migración y el abandono institucional.
Sheinbaum advirtió que, aunque la justicia debe actuar y los responsables ser juzgados, también es indispensable atender las causas estructurales que generan entornos violentos. San Quintín, dijo, es una zona de alta exportación agrícola, pero con jornaleros que viven en condiciones precarias y sin acceso a derechos básicos. "No se trata de estigmatizar, sino de comprender que estas condiciones de vida contribuyen a situaciones extremas de violencia", subrayó.
