La Plaza de San Pedro estalló en júbilo este jueves tras la inesperada aparición de la fumata blanca desde la Capilla Sixtina, señal inequívoca de que el Colegio de Cardenales ha elegido al nuevo líder de la Iglesia Católica. Lo que se esperaba como un proceso prolongado debido a tensiones internas y posturas divididas se resolvió en cuestión de horas, sorprendiendo tanto a fieles como a analistas vaticanos.
Miles de personas, congregadas bajo un cielo gris y en medio de rumores de un cónclave dividido, rompieron en aplausos y oraciones al ver la tradicional señal de humo. Aunque aún no se ha anunciado oficialmente el nombre del nuevo Pontífice, se espera que el protodiácono aparezca en breve para pronunciar el tradicional "Habemus Papam" y presentar al mundo al sucesor de Pedro. La elección rápida sugiere un consenso inesperado entre los cardenales, lo que podría indicar un giro significativo en el rumbo del Vaticano.
