En una vivienda en el ejido Copoya se presentó una tragedia. Abrió el portón de su cochera para ingresar su furgoneta en color vino en reversa; sin embargo, al hacerlo, una de las llantas traseras se elevó y acto seguido unos gritos estremecieron las paredes: había atropellado a su vástago de año y tres meses, quien minutos después fue reportado sin signos vitales por personal paramédico.