Durante la Mañanera del Pueblo, la presidenta Claudia Sheinbaum informó que Iberdrola decidió retirarse de México para enfocar sus inversiones en Europa, y negó que la salida se debiera a conflictos con el gobierno mexicano. Detalló que los activos fueron adquiridos de manera legal por la empresa Cox, una firma con capital mayoritariamente español y con trayectoria en el país. "Es una decisión empresarial, no política. Cox continúa con la inversión energética bajo un marco de confianza y legalidad", subrayó.
La mandataria confirmó que la operación representa una inversión de más de 4 mil millones de dólares, y destacó que Cox aceptó los términos establecidos por el gobierno, alineándose con el nuevo modelo eléctrico mexicano. La empresa se comprometió a abandonar el esquema de autoabasto heredado por Iberdrola y a operar conforme a la reforma que establece una participación del 54% para la CFE y 46% para privados. Para Sheinbaum, esta transición refleja confianza internacional en el país y fortalece la soberanía energética.