Tras la exigencia de ganaderos de Chihuahua de frenar el ingreso ilegal de ganado procedente de Centroamérica ante el riesgo del gusano barrenador, la presidenta Claudia Sheinbaum afirmó que se están reforzando las medidas sanitarias en la frontera sur. Aunque descartó un cierre total de la frontera, como propusieron los productores, señaló que su administración trabaja coordinadamente con la Secretaría de Agricultura y autoridades de Estados Unidos para contener la propagación de esta plaga que ya ha causado restricciones a las exportaciones mexicanas.
Álvaro Bustillos, presidente de la Unión Ganadera Regional de Chihuahua, advirtió que el contrabando de ganado hacia el norte del país ha generado una crisis sanitaria que impacta gravemente al sector, luego de que EE.UU. suspendiera la importación de ganado vivo mexicano. Por ello, los ganaderos exigen operativos similares a los que se utilizan para frenar el paso de migrantes, argumentando que el control actual es insuficiente para evitar el contagio del gusano barrenador y proteger la sanidad del hato nacional.
