La nueva modalidad "Mi derecho, mi lugar", impulsada por el gobierno de Claudia Sheinbaum, permite mayor acceso a bachillerato, elimina el examen de admisión y evita que haya jóvenes rechazados.
El secretario de Educación Pública, Mario Delgado Carrillo, anunció que, tras eliminar el examen Comipems en la Zona Metropolitana del Valle de México, el 98 % de los jóvenes quedó en alguna de sus primeras tres opciones de preparatoria. Gracias al nuevo esquema educativo —"Mi derecho, mi lugar"— cerca de 15 000 estudiantes adicionales se inscribieron, y el 28 % ingresó justamente a su primera opción. La subsecretaria Tania Rodríguez Mora subrayó que de los 272 793 aspirantes, el 86 % buscó ingresar mediante acceso directo, y el 68 % obtuvo una plaza en una institución a menos de cinco kilómetros de su domicilio. Además, desde el 21 hasta el 28 de agosto sigue abierta la plataforma "Mi Derecho, Mi Lugar" para rezagos, lo que garantiza que ningún joven se quede sin escuela a nivel medio superior.
La presidenta Claudia Sheinbaum enfatizó que con este nuevo modelo educativo "se acabaron los rechazados", recordando que en la era neoliberal se popularizó el término "Ninis" y que aún más estigmatizante era la palabra "rechazado". Esa etiqueta generaba frustración entre jóvenes con buenas calificaciones en secundaria que no lograban ingresar a una preparatoria cercana. Aclaró que, salvo en el caso del IPN y la UNAM, que conservan sus propios exámenes, el resto de las escuelas de nivel medio superior son de acceso libre. Al abrir esta posibilidad de elección, la mayoría de los estudiantes optó por planteles cercanos a su hogar. Sheinbaum afirmó que este cambio representa una forma de revalorar a la juventud, reconocer su esfuerzo y asegurar que la educación sea un derecho y no un privilegio.