“La esperanza de vida de las personas y mujeres trans en México, es de 35 años. Comparado con el resto de la población que es de 74 años”, resaltó David Vázquez Hernández, jefe del departamento de Formación en Derechos Humanos de la Secretaría de la Mujer. Asimismo expuso la grave situación de vulnerabilidad que enfrenta este sector de la población durante una conferencia en el Tribunal Electoral del Estado de Chiapas (Teech).
El experto explicó que esta dramática diferencia en la expectativa de vida es la consecuencia directa de un sistema que niega sistemáticamente los derechos humanos más básicos a las personas de este sector.
“Las personas trans por todo ese contexto social… no tienen reconocimiento de su identidad de género. No pueden acceder a herramientas legales que les permitan la modificación de sus documentos legales y por lo tanto son relegadas a situaciones de violencia y de discriminación”, señaló Vázquez Hernández durante su ponencia “Acercamientos conceptuales sobre diversidad sexual y de género”.
Freno laboral
El capacitador detalló que, al ser rechazadas en empleos formales, muchas mujeres trans se ven forzadas a la economía informal y a actividades de alto riesgo.
“Las mujeres trans, por ejemplo, la mayoría de ellas, estadísticamente hablando, se dedican al trabajo sexual o a actividades tradicionalmente femeninas como es el corte de cabello, el estilismo y shows”, afirmó.
Esta marginalización económica las coloca en situaciones de peligro constante y limita su acceso a servicios de salud y seguridad social.
Violencia
La violencia es otra causa primordial. Vázquez Hernández alertó sobre la falta de protocolos adecuados para investigar los crímenes de odio.
Puso como ejemplo que, incluso cuando una mujer trans es asesinada con características misóginas, “siguen siendo investigadas como hombres, sigue siendo su identidad de hombre, pese a que la figura sea femenina y socialmente ella se haya vivido femeninamente”.
“Esta falta de reconocimiento post mortem, es un mensaje de impunidad y una negación de su humanidad”, compartió.
La conferencia, parte de un programa de capacitación permanente del Teech, y concluyó con un llamado a reflexionar sobre cómo cada derecho negado es “un recordatorio doloroso de que para algunas personas esas vidas no vale”.