A 20 años de la masacre de 45 indígenas perpetrada en Acteal por paramilitares el 22 de diciembre de 1997, el Estado mexicano “ha borrado las evidencias para facilitar la impunidad y no hay esperanzas de que se haga justicia”, afirmó el director del Centro de Derechos Humanos Fray Bartolomé de Las Casas (Frayba), Pedro Faro Navarro.
Agregó que “son 20 años de impunidad cuyos impactos ahora se están reflejando en el conflicto por límites territoriales entre Chenalhó y Chalchihuitán porque ahí se generó toda una cultura de la violencia, de la masacre, del asesinato y del desplazamiento como sucede ahora” con cinco mil indígenas que han tenido que abandonar sus comunidades en este último municipio.
En entrevista sostuvo que la situación en torno al caso Acteal “es crítica porque la acción del Estado ha sido borrar los hechos utilizando a intelectuales o investigadores que provocaron la salida de 82 paramilitares y ahora quedan sólo cinco procesados por delitos absurdos como asesinato”, cuando los hechos “están relacionados con la contrainsurgencia implementada por el gobierno federal y el Ejército Mexicano”.
Manifestó que “en lugar de que el gobierno haga justicia para las víctimas y los sobrevivientes, se ha generado mayor impunidad y más violaciones a derechos humanos”.
Al cumplirse este viernes, 20 años de la masacre, el director del organismo que preside el obispo de Saltillo, Coahuila, Raúl Vera López, dijo que “Acteal es la memoria colectiva que nos interpela a toda la sociedad y a la humanidad en el sentido de seguir en los procesos de búsqueda de alternativas de justicia de otros sistemas distintos al del gobierno mexicano”.
Faro Navarro expuso que uno de los planteamientos que el Frayba está haciendo en la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), donde se encuentra el caso, es que una vez que se dicte el fondo del asunto, se forme una comisión especial en la Corte Interamericana de Derechos Humanos “para el esclarecimiento de la verdad”.
Precisó que la intención es que dicha comisión “no sólo investigue la masacre de Acteal sino toda la situación de contrainsurgencia en Chiapas, lo que sucedió en la zona norte del estado después de 1994, donde se cometieron desplazamientos y desapariciones forzadas, así como ejecuciones extrajudiciales sobre las cuales no ha habido respuesta gubernamental”.
¿Existen a 20 años esperanzas de que se haga justicia?
La organización de la Sociedad Civil Las Abejas, a la que pertenecían las víctimas, habla de la justicia cabal, completa, pero pensamos que no va a llegar, por lo que “una de las cuestiones que hemos planteado es no dejar de señalar a los perpetradores de la masacre”, abundó Pedro Faro Navarro.
Por eso, agregó, en la conmemoración de la matanza, “de la que no se ha hecho justicia”, este 22 de diciembre estarán en Acteal, municipio de Chenalhó, entre otros, el obispo Vera López y el representante de la Organización de Naciones Unidas (ONU), Jan Yarab.
Acerca de la división interna que ha ocasionado que ahora existan tres grupos que se denominan Abejas, en los que participan familiares y sobrevivientes de los 45 indígenas masacrados, afirmó que “es resultado del proceso de la guerra integral de desgaste implementada por el gobierno”.
Sostuvo que a pesar de la división interna, el significado de Acteal “trasciende ese proceso de desgaste y hoy en día es un símbolo de lucha y la resistencia y como dicen Las Abejas, es la casa de la memoria y de la esperanza; cuando escuchamos hablar a esa organización vemos que tienen una dignidad agigantada que nos contagia”.
Lamenta Arizmendi la impunidad
Por separado, el obispo Felipe Arizmendi Esquivel lamentó “la impunidad que propició la Suprema Corte de la Nación, que es más bien Corte de Legalidad, que no de Justicia, pues ordenó liberar a algunos que realmente eran inocentes, pero también a otros que eran claramente señalados como culpables”.
Señaló que lo anterior “hace presumir que algunos de los liberados sigan con armas y dispuestos a usarlas cuando sus intereses lo indiquen”.
Manifestó que a 20 años de los hechos “ya no hay legalmente otro recurso que ofrezca reales posibilidades de revertir el veredicto de la Corte, aunque se ha acudido a instancias internacionales, pero es muy difícil que se eche para atrás lo decidido”.