Hace 43 años Chiapas enfrentó uno de los episodios más dolorosos con la erupción del volcán Chichonal, debido a que ese evento dejó sepultadas a más de dos mil personas de las comunidades cercanas al municipio de Francisco León.
Silvia Ramos Hernández, investigadora en Chiapas y quien por muchos años ha trabajado en ese cráter, recordó que en 1982 en el país no existía la protección civil ni tampoco áreas de formación sobre el campo de la vulcanología.
Mencionó que aquella erupción fue una sorpresa; dos pulsos se presentaron de este evento, uno fue la noche del 28 de marzo, que destapó el cono el volcán y generó una columna de humo de unos 12 kilómetros, el cual pudo observarse por un sector de la población.
Más actividad
Después, el 3 y 4 de abril, vinieron otras erupciones más potentes que llegaron a 20 kilómetros de altura, y esas columnas tardaron varias horas suspendidas y se fueron de forma directa al municipio de Francisco León.
La también presidenta del Consejo del Cambio Climático en Chiapas comentó que la erupción del Chichonal se ha colocado dentro de las peores historias en los riesgos volcánicos.
¿Ha cambiado algo de aquel momento a la fecha?
La erupción del Chichonal y el terremoto de 1985 en la Ciudad de México, fueron factores que dieron paso a la organización del Sistema Nacional de Protección Civil, lo que derivó en la elaboración de planes de emergencia por diferentes fenómenos.
Sin embargo, relata Ramos Hernández, en Chiapas no pasaron grandes cambios y sí muchos años antes de que se instalara un sistema de vigilancia volcánica. En las imágenes que compartió la doctora con este medio de comunicación, se observan parte de las actividades que se han venido realizando.
Cuando ocurrió la erupción, la investigadora trabajaba en la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) y regresó a la entidad para atender el tema social y comenzar con el monitoreo.
Encuentros con especialistas
Para el año de 1992 a 1994 organizó reuniones científicas, a partir de ese momento se generaron documentos de recomendaciones sobre la necesidad de que se presentaran recursos para instrumentar un observatorio, pero no trascendió más allá.
Incluso, relató la especialista, pasó más tiempo antes de que se lograran tener instrumentos de vigilancia. Después de hacer varias gestiones, logró convencer a un organismo internacional para conseguir la donación de los primeros equipos, pero dos décadas después del evento.
Comienza generación de información
Después de un tiempo considerable de trabajo comenzaron a generarse los primeros datos locales, los cuales se lograron con la coordinación de instituciones de orden nacional y también con la Universidad de Ciencias y Artes de Chiapas (Unicach).
Para 2010 la investigadora accedió a otros fondos mixtos, lo que permitió la creación del Centro de Investigación en Gestión de Riesgos y Cambio Climático (ahora Instituto), además de que se fortaleció el área de monitoreo volcánico y la compra de equipo.
Actualmente se enfrenta un desafío muy grande en el tema en Chiapas, toda vez que los instrumentos actuales tienen unos 14 años de uso, por lo que se necesitan hacer nuevas gestiones para que las autoridades liberen recursos para nuevos materiales. Lo cierto es que se han cumplido 43 años de la erupción del Chichonal, un volcán que sigue activo.