Como todas las grandes instituciones, la llegada de Alcohólicos Anónimos (AA) tiene una historia digna de ser contada, pues los beneficios directos e indirectos en la sociedad son para bien e incuantificables.
Sin duda, la presencia de AA en Chiapas es motivo de celebración, ya que este 6 de agosto se cumplen 56 años de tener presencia y de fungir como un factor de cambios positivos en todas las regiones de la entidad.
En palabras del delegado de la Conferencia Chiapas Centro de AA, Celestino “N”, la primera vez que el mensaje llegó fue por la atracción que provocó en don Luis Orantes la lectura de un artículo sobre un método para dejar de beber publicado en la revista Selecciones de Reader’s Digest.
Corría la década de los años 60 y Luis Orantes era un apasionado lector, así que escribió una carta en donde solicitó información, y como respuesta recibió el libro de AA y otros folletos. Inmediatamente procedió a transmitir el mensaje visitando cantinas, pero desafortunadamente el objetivo no se logró y él no dejó de beber.
Por lo que Celestino hace referencia a una frase de los integrantes de AA: “Las palabras convencen, pero los ejemplos arrastran”.
Consolidación y testimonios
No obstante, no todo quedó en esa primera experiencia, ya que el 6 de agosto de 1966, Jorge Omar llegó a Chiapas (comisionado de Yucatán) como distribuidor de medicamentos, y junto a sí traía el mensaje AA que se dedicaba a compartir en sus tiempos libres durante su estancia.
En esta se contactó con algunos médicos para proponer la mercancía, además de buscar aliados para la transmisión del mensaje de AA porque es uno de los propósitos fundamentales.
Y así fue: se entrevistó y visitó a varios especialistas, pero el único que se interesó fue el médico Romeo Rincón Castillejos, quien el 6 de agosto de ese año le presentó al primero de los prospectos para integrar el primero de los grupos de AA.
De tal manera que Esteban fue el primero de los visitados, pero no se interesó mucho por el mensaje; no obstante, fue uno de sus amigos, de nombre Samuel, quien sí se interesó y reconoció que era alcohólico, incluso ese mismo día estaba con resaca, además de aceptar no tener dinero por gastarlo en la bebida y confesar que estaba desempleado.
Como consecuencia de lo anterior, Jorge Omar lo invitó a trabajar con él y desde ese momento comenzaron a colaborar juntos, formándose así el primero de los grupos de la entidad.
Génesis
Las pláticas iniciaron en el cuarto 13 del hotel San Carlos, que se ubicaba en la 1ª calle Oriente y 2ª avenida Norte, donde actualmente está el palacio municipal de Tuxtla Gutiérrez. De manera formal se instalaron en el número 78 de la 6ª calle Poniente y por mayoría de votos se autodenominaron “Grupo Chiapas”.
Uno de los principales difusores del programa AA en Chiapas es Pepe Marqués, quien después de ser alcohólico culminó su carrera como ingeniero topógrafo.
Fue contratado por la Secretaría de la Reforma Agraria y lo comisionaban por todo el estado para realizar sus actividades. En su tiempo libre se dedicaba a transmitir el mensaje de AA y así se fundaron grupos, distritos y oficinas intergrupales en la entidad.
Validación y reconocimiento
Celestino “N” expresó que “nuestras relaciones con los profesionales han sido y seguirán siendo de gran importancia para nuestra comunidad por su cooperación invaluable”.
Y reconoció a los profesionales que colaboran con AA con el único objetivo de ayudar a otros a recuperarse del alcoholismo.