Personas con distintas discapacidades y de varias edades disfrutaron de la pista de hielo instalada frente al Museo de San Cristóbal (Musac), accediendo a una diversión a la que pocas veces tienen acceso por el miedo a que no se cuenten con las condiciones necesarias.
Ángel Josiel Román, subcoordinador municipal de Atención a personas con discapacidad, señaló que muchas veces las personas con discapacidad no siempre tienen oportunidades para la recreación o el turismo.
Ante la situación decidieron coordinarse con Protección Civil (PC) y Cruz Roja para crear protocolos de atención, para que personas con discapacidades motrices e intelectuales pudieran ser parte de las actividades navideñas.
Por su parte, Homer Sevilla, encargado de dicha coordinación, aseguró que el mayor reto fue invitar a la propia comunidad. “Estamos históricamente programados para aceptar o no a personas que consideramos diferentes y al hacer este tipo de rutinas la sociedad se va acostumbrado a que todos tenemos el mismo derecho” agregó.
Al evento llegaron personas de la comunidad que ya conocían, pero también vieron nuevos rostros. Aún cuando los mayores asistentes fueron niños y jóvenes, tuvieron la oportunidad de ver cómo personas de la tercera edad disfrutaron de la pista de hielo.
Josiel narró que una persona sorda dijo que ni en sueños se hubiera imaginado hacer una actividad así. “Le dio miedo, pero como hay especie de sillas, se logró convencer y al momento de estar ahí lo disfrutó mucho”.
Ambos enfatizaron que es importante que la sociedad genere consciencia sobre la temática de la discapacidad. Con esto se romperán barreras y 15 % de la población tendrá una mejor calidad de vida.












