Actividad humana modifica hábitos del guaqueque

Esta especie es vital para medir el ecosistema. Cortesía
Esta especie es vital para medir el ecosistema. Cortesía

Popularmente conocido como guaqueque o tepescuintle, el agutí mexicano (Dasyprocta mexicana) es un roedor endémico en peligro crítico de extinción. Investigadores analizaron su comportamiento en la Reserva de la Biosfera Selva El Ocote (Rebiso), un área silvestre, y el Centro Ecológico y Recreativo El Zapotal, un espacio urbano con alta afluencia de visitantes.

Estudio

Un estudio reciente, publicado en la revista Mammalogy Notes, comparó por primera vez los patrones de actividad del agutí. La investigación, utilizó cámaras trampa durante más de 100 días en cada sitio, descubrió que mientras en la Rebiso el agutí mantiene una actividad diurna continua entre las 6:00 y las 18:00 horas.

Mientras que en El Zapotal ajusta su comportamiento mostrando un patrón bimodal más marcado, con picos de actividad al amanecer y al atardecer, y una notable reducción durante las horas centrales del día (9:00 a 16:00), período que coincide con la mayor presencia de visitantes en el Zoológico Miguel Álvarez del Toro (ZooMAT).

Aunque la superposición temporal general fue alta, las diferencias resultaron estadísticamente significativas, sugiriendo una adaptación conductual para evitar a los humanos.

Este estudio subraya la flexibilidad conductual del agutí mexicano y aporta información crucial para el manejo de áreas protegidas donde la conservación de la fauna debe equilibrarse con el uso recreativo público, especialmente para una especie endémica cuya supervivencia depende de estrategias de conservación bien fundamentadas.

Investigadores

El trabajo fue liderado por Jenner Rodas Trejo, estudiante del Doctorado en Ciencias en Biodiversidad y Conservación de Ecosistemas Tropicales de la Universidad de Ciencias y Artes de Chiapas (Unicach), en colaboración con la doctora Paola Ocampo González de la Escuela de Estudios Agropecuarios de Mezcalapa de la Universidad Autónoma de Chiapas (Unach), y el doctor Eduardo E. Espinoza Medinilla del Instituto de Ciencias Biológicas de la Unicach.

Los investigadores destacan que, además de la presión humana, otros factores como el tipo de vegetación, la disponibilidad de alimento y la presencia de depredadores naturales en la Rebiso (como pumas y jaguares) pueden influir en estos patrones.