Este lunes al mediodía, el activista chiapaneco, Miguel Ángel Rivera Cancino, inició una huelga de hambre en la entrada principal del Palacio de Gobierno, para exigir un alto a la persecución política que ha padecido en los últimos 18 años.

De acuerdo a la denuncia correspondiente dada a conocer ante los medios de comunicación, informó que desde el sexenio de Pablo Salazar, quien lo encerró por más de tres años, ha padecido el hostigamiento de las autoridades en turno, motivo por el que perdió su patrimonio.

“Desde ese tiempo he tenido toda clase de abusos. Fue el sábado cuando una unidad arribó a mi establecimiento localizado en Chicoasén para meter miedo, me han buscado en dos restaurantes de mi propiedad”, detalló.

Esta situación se ha salido de control, puesto que: “Este mismo lunes me entregarán mi carta de antecedentes no penales, por ello no existe delito que perseguir en mi contra”.

“La verdad he llegado a una situación de hartazgo, no puede ser que me persigan sin motivo alguno, por eso he tomado esta decisión, además tengo pensado encadenarme a la reja de la entrada en caso de no ser atendido”, sentenció.

En todo este proceso ha perdido su patrimonio, su trabajo, familia, por ello pidió un alto a tan lamentable situación.

“No soy delincuente, no debo nada, no tengo antecedentes penales, no es un cuento todo esto que he venido a denunciar”, expresó.

A su juicio, todo esto se debe a su actividad como defensor de derechos humanos; ha puesto en su lugar a los funcionarios que han abusado de sus funciones.

En esta labor ha denunciado la corrupción que prevalece en instituciones encargadas de impartir justicia en el estado de Chiapas.

Durante su denuncia, mostró dos órdenes de cateo en contra de sus negocios, lo cual consideró es algo fuera de la ley, al cumplir con el marco legal para su funcionamiento.