Yaneth Gil Ardón, activista y directora del proyecto “Una ayuda para ti mujer migrante A.C.”, se reunió con la diputada salvadoreña Alexia Rivas, con quien platicó sobre la migración de dicho país hacia México.
La activista agradeció la reunión con Rivas por el tiempo de escucha para exponerle sobre el proyecto. Al mismo tiempo le entregó una blusa tradicional oriunda de Chenalhó.
Por su parte, la diputada reconoció la labor social hecha por Yaneth Gil desde hace años en Chiapas.
La Casa de La Mujer Migrante ha atendido a miles de extranjeros de más de 23 nacionalidades (600 y 700 personas diariamente), ofreciendo alimentos, medicinas, productos de higiene personal, atención médica y psicológica, asesoría migratoria y un lugar seguro.
Ellas hablaron sobre la difícil situación que enfrentan las personas migrantes y como desde la llegada de Nayib Bukele a la Presidencia de El Salvador, la migración irregular ha disminuido desde ese país.
Gil Ardón, de origen salvadoreño, salió de su casa con la esperanza de mejorar su vida. Sin embargo, una serie de eventos en su tránsito la limitó a quedarse en Tuxtla Gutiérrez.
Ella fue víctima de extorsión, discriminación y secuestro durante su tránsito por Chiapas. La directora contó que no tenía ningún peso al momento de haber llegado a la capital chiapaneca.
Es a través de su experiencia, la motivación para impulsar una asociación enfocada y especializada en la atención a mujeres y mujeres acompañadas e infancias. Siendo el mejor ejemplo su lucha por el establecimiento de la Casa de la Mujer Migrante en Tuxtla Gutiérrez.
Al principio, Gil Ardón recolectaba ropa y la entregaba a otras mujeres desde el parque Santo Domingo. Sin embargo, la Casa de la Mujer Migrante fue un reto excepcional; en primera por la serie de trabas que colocaban los arrendatarios por la misión de la renta de dicho espacio. Luego, la paciencia de vecinos por la aglomeración de personas extranjeras.
La directora sostuvo por varios años dicho proyecto, aunque fueron diferentes las colonias en las que se ubicaba dicha casa. En el espacio se ofrecía hospedaje, comida y baño a todas las mujeres y sus hijos e hijas; inclusive ayuda extra como ropa, asesoría legal y psicológica, entre otras.