Los datos más actualizados del Instituto Chiapaneco de Educación para Jóvenes y Adultos (Icheja) revelaron que la entidad mantiene un rezago educativo -en población de 15 años y más- de un millón 828 mil 153 personas, entre las analfabetas (que no saben leer ni escribir), aquellas que no terminaron la primaria y se incluyen a quienes no concluyeron el nivel secundaria.
El pasado 4 de agosto el propio director general del instituto, Gustavo Gómez Ordóñez, reconoció que unas 87 mil personas están en atención; además, se abrió una plataforma para que los educandos concluyan la primaria a través de la autopreparación.
Para entender el problema que vive la entidad en la parte educativa, el Icheja reporta en su página oficial (al 31 de diciembre de 2021) que había una población de tres millones 868 mil 206 de 15 años y más; de ese número, 497 mil 453 son analfabetas, otros 515 mil 600 no han terminado su primaria y los números se incrementan de forma exponencial al ver que 815 mil 100 chiapanecos no han podido concluir la secundaria.
En relación a los municipios, Sitalá tiene una cifra elevada sobre las personas que no saben leer ni escribir. Hay una población de nueve mil 341 (de 15 años y más), sin embargo, tres mil 523 son analfabetas, lo que representó un 37.7 %.
Pantelhó tiene tiene 15 mil 782 personas mayores de 15 años, pero son cinco mil 425 que no saben leer ni escribir, esto significa un 34.4 % de este sector.
Sobre esta misma categoría, Zinacantán también presenta porcentajes elevados de analfabetas. Son ocho mil 769 personas (de 15 años y más) que están en la parte de no saber escribir ni leer, esto se traduce en el 29.4 % de quienes se ubican en ese rango de edad.
En esa misma situación se ubica San Juan Cancuc; en este ayuntamiento hay más de seis mil 300 personas analfabetas de las 21 mil 609 que se tienen y que están por arriba de los 15 años.
Gómez Ordóñez, aunque no dio números de los avances que se llevan en el tema, aseguró que se “está disminuyendo”, sin embargo, argumentó que se enfrentaron a la ausencia de los educandos durante la etapa de la pandemia.
Agregó que el desempleo fue otro detonante que hizo que estos adolescentes se movieran hacia otras zonas. La región Altos y Sierra concentran, según lo señalado, los índices más altos en el rezago educativo.
De las más de un millón 800 mil personas que no saben leer ni escribir y que tampoco han concluido su primaria o secundaria, el Icheja atiende solo a un 9 %. “Hay otros factores, no es porque no quisiéramos atenderlos. Hay otros factores presupuestales, geográficos, culturales; es poco a poco, por eso es el proyecto 20-30”.