Especialistas del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), de la Unidad de Trasplantes del Hospital de Especialidades del Centro Médico Nacional Siglo XXI, hicieron una labor titánica después de que Karen, de 39 años de edad, donó su riñón para salvar la vida de su hermano Abraham. La cirugía fue todo un éxito.
Con 41 años, siendo el mayor de cuatro hermanos, la historia de Abraham (que es diseñador gráfico) se remonta a 2013 cuando le detectaron insuficiencia renal en una clínica de Bochil (aunque es originario de Pueblo Nuevo Solistahuacán). Así que lo que vino después fueron tratamientos farmacológicos y una diálisis.
Le indicaron que para mejorar su calidad de vida tenía que ser intervenido quirúrgicamente. De las dos personas que le ofrecieron un riñón, Karen resultó ser compatible, y desde ese momento fue que intervinieron especialistas del instituto con el transplante.
“Desde el primer día que ella dijo que estaba dispuesta a ser mi donadora, yo le dije que muchísimas gracias, [debido a que] es una decisión que no es muy fácil; ella dijo: ‘Si no se puede mis hermanos, si no hay otra salida, yo aquí estoy’”, relató en su testimonio.
Procedimientos
Ramón Espinoza Pérez, jefe de la Unidad de Trasplantes, explicó que estas intervenciones tardan un promedio de cinco horas, sumándose cirujanos, clínicos, anestesiólogos y personal de enfermería con habilidad en nefrología.
La explicación técnica refiere que la persona que dona es sometida a tres pequeñas incisiones. Con cámaras se observa el órgano y se hace la separación del riñón. La abertura es de unos 10 centímetros. “Es una cirugía laparoscópica, con una técnica de lumboscopía; somos el hospital que empezó a hacer este tipo de técnica y de los pocos en el país que la realizan”, comentó.
En el caso de la persona que recibe el órgano, la intervención se lleva más tiempo. No obstante, tampoco se abre cavidad alguna. El proceso es el siguiente: “Se trabaja en retroperitoneo, se disecan los vasos iliacos y ahí se coloca el riñón; en otra fase del trasplante se realiza cirugía de la vía urinaria”.
Recuperación sin contratiempos
Una vez que se realizaron los procedimientos, el grupo de especialistas ha observado que el riñón está respondiendo de buena forma, sin embargo, el paciente debe tomar medicamentos que eviten el rechazo del órgano, lo cual será de forma paulatina para que se disminuyan las cantidades.
“Es importante hacer conciencia y, sobre todo, educar a los niños desde preescolar sobre la donación (voluntaria). Desafortunadamente, la insuficiencia renal cada día va más en aumento a nivel mundial y mucho más en nuestro país, por lo tanto, la necesidad de órganos para trasplantar es muy alta”, indicó Espinoza Pérez, jefe de la Unidad de Trasplantes.
Al destacar la relevancia del trabajo que se realiza en la unidad médica, recordó que cada año realizan hasta 180 intervenciones y las que mayor cifra acumulan se asocian a trasplantes renales, hepáticos, de páncreas y simultáneos de páncreas-riñón, e intestino.
“Todos los órganos son difíciles de conseguir, lo importante es que existan donadores. En el caso del riñón, quizá se trasplanta con más facilidad porque es un órgano par, tenemos la posibilidad de tomar donadores vivos; en el caso del hígado, solamente se hace de un donador fallecido, al igual que otros órganos sólidos”, explicó el especialista.