Personal del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) detalló sobre el peligro que corre la población al inhalar de forma constante el humo de leña, situación que puede derivar en la enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC) y que, como consecuencia mayor, arrastra casos de disminución en la calidad de vida, pero también mortalidad y discapacidad.
Se indicó que este padecimiento puede tener diversas causas, las cuales también se asocian con la aspiración del humo de combustibles sólidos, debido a que las partículas pueden derivar en sustancias nocivas y gases.
Víctor Hugo López Méndez, especialista en Neumología en la Unidad Médica de Atención Ambulatoria (UMAA) del IMSS en Chiapas, puntualizó que la EPOC “es una enfermedad pulmonar progresiva de larga evolución que puede volverse mortal y causa dificultad respiratoria por la limitación del flujo aéreo”.
Se informó que se trata de un problema de salud pública, debido a que genera un impacto en la calidad de vida de las personas. Aunque no es curable, es una enfermedad que puede tratarse y, lo más importante, prevenirse.
Lo importante es que la población comprenda los riesgos de usar carburantes de origen orgánico por tiempos tan prolongados en espacios cerrados. Para quienes enferman, es posible que puedan presentar problemas para respirar, y a esto se le suman las flemas, tos o hasta bronquitis.
“Los humos industriales y vehiculares, así como los polvos minerales, son una fuente grave para desarrollar EPOC; sin embargo, el humo que produce la leña al cocinar y para calentar un cuarto cuando hace frío es igual o más dañino, ya que su exposición es mayor y constante; todos los días se cocina y todos los días hay que evitar el frío, especialmente en zonas como los Altos de Chiapas”, abundó el especialista.
Para las personas que tienen su derechohabiencia, en el IMSS se tienen los insumos necesarios para aplicar los tratamientos (terapias, medicinas, fármacos) que permitan revertir parcialmente el flujo aéreo pulmonar.