Advierten rezago en la red hídrica de Tuxtla

Se requieren proyectos adicionales que contemplen de 30 a 50 años para garantizar abasto futuro. Diego Pérez / CP
Se requieren proyectos adicionales que contemplen de 30 a 50 años para garantizar abasto futuro. Diego Pérez / CP

El crecimiento acelerado de la mancha urbana en Tuxtla Gutiérrez ha reavivado una preocupación constante entre la población: la disponibilidad de agua potable.

En este sentido, el director general del Sistema Municipal de Agua Potable y Alcantarillado (Smapa), Juan Luis Paniagua Moguel, señaló que el problema no radica en la escasez del recurso, sino en las condiciones de la infraestructura que lo conduce hasta los hogares.

El funcionario destacó que las fugas y la falta de inversión en infraestructura limitan el suministro en zonas clave de la ciudad.

Aseguró que Chiapas cuenta con agua suficiente para abastecer a las colonias actuales e incluso a las zonas que continúan expandiéndose.

El recurso, dijo, proviene principalmente del río Grijalva y alcanza para cubrir la demanda; no obstante, las limitaciones aparecen en el sistema de distribución.

“La red más antigua tiene entre 30 y 45 años de antigüedad. Prácticamente ya está en el límite de su vida útil y eso nos genera un alto índice de fugas”, mencionó.

Estas pérdidas físicas, explicó, reducen la eficiencia del sistema y provocan afectaciones en el abasto, especialmente en colonias ubicadas en zonas altas o alejadas.

Desafío

Destacó que de lograrse una recuperación significativa del agua que hoy se pierde por fugas, el sistema tendría capacidad para abastecer adecuadamente a la mancha urbana actual y parte del crecimiento inmediato.

No obstante, reconoció que el desafío va más allá de soluciones temporales.

“El crecimiento de la ciudad obliga a pensar a largo plazo. Se necesitan proyectos adicionales que contemplen los próximos 30, 35 o incluso 50 años, para garantizar el abasto futuro”, puntualizó.

Entre las zonas con mayores problemas de suministro mencionó a San José Terán, El Jobo y Copoya, áreas que han resentido con mayor fuerza la presión del crecimiento urbano.

Para estas localidades, dijo, existen alternativas técnicas, pero requieren inversiones de gran magnitud.

Mientras tanto, el organismo continúa con trabajos de rehabilitación y mantenimiento para reducir fugas y mejorar la eficiencia del sistema.