Un estudio publicado en la revista Espacio I+D, -Innovación más Desarrollo-, alerta sobre la vulnerabilidad sísmica en la zona Metropolitana de Tuxtla Gutiérrez, debido al tipo de sedimentos sobre los que se encuentran.
La investigación, "Peligro sísmico en la zona metropolitana de Tuxtla Gutiérrez: dos casos de estudio", liderada por expertos de la Universidad de Ciencias y Artes de Chiapas (Unicach), con participación de Protección Civil (PC) y consultores privados, identifica que la combinación de suelos blandos, crecimiento urbano desordenado y autoconstrucción incrementa el riesgo de daños graves ante terremotos.
Sedimentos
El análisis, basado en datos geológicos, históricos y mediciones de campo, reveló que los espesores de sedimentos son un factor crítico en la amplificación sísmica y varían significativamente en la región.
Chiapa de Corzo tiene entre 7.12 y 14.62 metros y Tuxtla Gutiérrez desde tres metros hasta 46.78 metros. Estos sedimentos, especialmente en zonas cercanas a ríos como el Grijalva y el Sabinal, intensifican las ondas sísmicas.
Los mapas elaborados muestran que los daños históricos (como los ocurridos en 1975 y 2017) se concentran en áreas con suelos blandos y poco consolidados, donde habitan comunidades marginadas que recurren a la autoconstrucción con materiales frágiles, como adobe.
Región sísmica
Chiapas es una de las regiones más sísmicas de México debido a la convergencia de tres placas tectónicas: Cocos, Norteamérica y Caribe. El estudio destaca que, entre 1900 y 2022, se registraron 18 sismos de magnitud superior a 6.0 en el estado.
A esto se suma el crecimiento poblacional del 14 % en la última década, que ha expandido la mancha urbana hacia zonas geológicamente inestables, como laderas y llanuras inundables.
Los investigadores subrayan la necesidad de integrar estos hallazgos en la planificación urbana y los códigos de construcción.
Además, proponen la microzonificación sísmica y con ello actualizar mapas de riesgo con datos actuales. Así como generar refuerzo de edificaciones patrimoniales y proteger estructuras históricas en Chiapa de Corzo.
Los investigadores concluyen que, aunque los mapas de sedimentos y daños históricos son un avance, se requieren mediciones actualizadas ante el acelerado crecimiento urbano. La próxima fase del proyecto buscará replicar esta metodología en otras ciudades de Chiapas, con el fin de mitigar futuras tragedias.