El colectivo Vivo Chiapas explicó que durante el periodo comprendido entre 1999 y 2025 se ha registrado la pérdida de 954.83 hectáreas de cobertura vegetal en la zona metropolitana de Tuxtla Gutiérrez, mientras señaló que el deterioro ambiental agrava la crisis climática, aumentando el riesgo de deslaves y reduciendo la calidad de vida.
La pérdida de cobertura vegetal implica una amenaza en la estabilidad ambiental y social de la capital, con severas implicaciones en biodiversidad, seguridad ambiental y calidad de vida.
Karla Mancilla, vocera del colectivo, señaló que el análisis se enfocó en tres factores principales: la expansión urbana y agropecuaria, la pérdida de cobertura vegetal y la reducción de cuerpos de agua.
“Estamos perdiendo esa cobertura forestal en las partes altas de la cuenca, lo que incide no solo en la pérdida de biodiversidad, sino en mayores riesgos de fenómenos climáticos extremos, como ya los estamos viviendo en Tuxtla”, advirtió.
El estudio también identificó 13 zonas prioritarias donde el deterioro ambiental se ha combinado con altos niveles de riesgo por deslizamiento de tierra.
“Se traslaparon los datos de pérdida forestal con mapas de riesgo, lo que nos permitió ubicar las áreas más vulnerables”, detalló.
Entre los puntos más afectados se encuentran colonias de Berriozábal, Ciudad Maya, Santa Inés, Buenavista Independencia, San José, San Juan y Sagrado Corazón, además de comunidades rurales como Las Canoitas en San Fernando y Don Ventura en Santa Cruz.
En respuesta a esta crisis, organizaciones civiles han lanzado la campaña “Menos fuego, más monte”, con el objetivo de recuperar parte de la cobertura vegetal perdida.
Bajo el respaldo de la Confederación Nacional Campesina (CNC) y en coordinación con la Secretaría de Medio Ambiente estatal, ya se planean de cinco a ocho jornadas de reforestación en los puntos identificados.
“En Berriozábal ya se iniciaron los primeros acercamientos con las autoridades para intervenir cinco colonias. Este año queremos arrancar con una primera fase que siente las bases para una restauración más amplia”, indicó.
El colectivo también hizo un llamado a la sociedad tuxtleca para frenar la expansión urbana desordenada, proteger los remanentes de vegetación y participar activamente en las campañas de reforestación.
“No basta con sembrar árboles una vez al año, necesitamos un cambio de conciencia. Estamos ante un punto de inflexión: o actuamos ahora o nos enfrentamos a consecuencias irreversibles”, subrayó.