En el futuro la agricultura tendrá que estar ligada a dos factores derivados del cambio climático, que se deben considerar para poder seguir produciendo alimentos, y son la disminución del agua y el aumento de la temperatura, los cuales ya empiezan a prevalecer en algunas regiones tanto en México como a nivel global.

El investigador del Instituto Nacional de Investigaciones Forestales, Agrícolas y Pecuarias del (Inifap), Víctor Manuel Rodríguez Moreno, comentó que esto se debe enfrentar a través de la generación de variedades que requieran menos agua, implementar una agricultura inteligente y el cuidado de los recursos naturales.

Mencionó que en México los recursos son muy diferenciados de la región centro hacia el norte, existe un modelo de negocios que está más enfocado a la agricultura por contrato, y del Bajío hacia el sur-sureste existe una agricultura tendiente a lo familiar con mercados de consumo local.

Señaló que los efectos del cambio climático, como la condición de sequía, ha sido permanente en los últimos años. El parámetro para medir la condición de gravedad es la región.

En el norte hay lluvias escasas o ciclos muy cortos, mientras que la sequía que experimenta el sur del país es diferente, porque tiene recursos hídricos y cubierta vegetal que amortigua los efectos de la sequía y generan islas verdes.

La investigadora Martha Lagunes Arellano enfatizó que hablar de agricultura hacia el futuro hace referencia a sistemas de producción, y el primer cambio consiste en darle un enfoque integral de territorialidad, ya que en una misma región interactúan la agricultura, el sector pecuario y la pesca.