Hoy día la disponibilidad de agua, tanto en cantidad como en calidad, cada vez se ve más disminuida por el impacto de diversas actividades antrópicas (relacionadas al ser humano), lo que hace necesario buscar alternativas para las actividades diarias en las poblaciones urbanas y rurales; la captación de agua de lluvia es una de ellas.
Hugo Alejandro Nájera Aguilar, profesor-investigador de la Facultad de Ingeniería Ambiental de la Universidad de Ciencias y Artes de Chiapas (Unicach), comentó que el agua de lluvia sometida a diversos tratamientos antes de su almacenamiento es muy buena, equiparable a la que se reciben de la red de abastecimiento.
Consumo humano
“Es una opción que se ha considerado poco en el territorio estatal, ya se está impulsando en algunas partes de México y en varios países hay un amplio desarrollo, porque incluso es posible, bajo un tratamiento específico, usarla para consumo humano”.
“El agua de lluvia bien captada puede tener una demanda química de oxígeno de cero, una concentración de sólidos suspendidos por debajo de 19 miligramos por litro, una turbidez baja, una dureza muy baja; es un agua de muy buena calidad, opción para cualquier lugar”, sostuvo.
Indicó que este proceso puede realizarse en áreas rurales y urbanas, considerando que en ciudades, como Tuxtla Gutiérrez, hay zonas donde el abastecimiento no es tan regular como se quisiera. “No es la solución total, pero es una alternativa que mitiga y reduce el estrés hídrico”.
Ejes
Los tres componentes de un sistema de captación de agua de lluvias son el área de captación, de conducción y su almacenamiento; entre el segundo y el tercero debe tener un filtro para quitar los sedimentos y residuos, de esta forma se puede usar para cualquier actividad, excepto para ingerir.
Para llegar al consumo humano se debe añadir otra etapa, como un filtro de carbón activado y una lámpara de luz ultravioleta, de lo contrario podría provocar enfermedades por posibles residuos.