Once nuevos planteles educativos se vieron beneficiados por el Programa Agua Segura en Escuelas, de parte de la Asociación Civil Cántaro Azul, con el apoyo de la Fundación Gonzalo Río Arronte. Buscan mitigar el árido panorama de 66.1 % de las escuelas de Chiapas sin drenaje y 28.5 % sin agua entubada.
La iniciativa busca desde 2015 mitigar la crisis hídrica y sanitaria que afecta a la infancia chiapaneca, de acuerdo con su informe de avances del 2024, la acción concreta incluyó la instalación de ocho Sistemas de Agua Segura y la capacitación a comités de Ambientes Escolares Saludables (CAES), además de talleres de higiene para toda la comunidad educativa.
Pero el compromiso trasciende la instalación de infraestructura. El modelo de Cántaro Azul se distingue por su búsqueda de sostenibilidad.
Seguimiento
En 2024 se dio seguimiento a 51 escuelas con sistemas previamente instalados, realizando mantenimiento, monitoreo de calidad del agua y reforzando las capacidades de docentes y alumnos para que sean ellos mismos los guardianes de su propio abastecimiento hídrico.
Esta estrategia de autonomía demostró su eficacia en un piloto de Pago por Resultados (PpR), donde diez escuelas evaluadas alcanzaron un 91 % de efectividad en indicadores críticos como funcionamiento del sistema, calidad del agua y consumo, superando el umbral requerido del 85 %.
La incidencia del programa trasciende las aulas. Cántaro Azul participa activamente en la Mesa Intersectorial WASH en escuelas, coordinada por la Secretaría de Educación y Unicef, donde ha presentado propuestas clave como la estrategia “Hacia un Plan de Justicia Hídrica para Chiapas”.
Foros
Además, la organización lleva la voz de las infancias y juventudes a foros internacionales, como el Foro Mundial del Agua en Balí, y promueve plataformas digitales como “Aguas con tu Escuela”, diseñada para visibilizar la situación nacional del agua y saneamiento en los centros educativos y compartir soluciones.
El programa lleva agua y siembra la semilla de un cambio estructural que aspira a convertirse en política pública, y a garantizar el derecho humano al agua en todas las escuelas del país.