Aguas subterráneas ya presentan contaminación

Más de la mitad del territorio en el que se encuentra Chiapas son sistemas kársticos (de agua subterránea). Ante ello, el vicepresidente de la Asociación Nacional de Profesionales en Resiliencia, Gestión de Riesgos y Protección Civil, A. C., en Chiapas, Ricardo Gehrke Portilla, advierte que es necesario tomar conciencia, pues los análisis demuestran que se están presentando altos índices de contaminación en las aguas subterráneas.

“Vivimos en una zona en la que el 60 % de la superficie del estado son sistemas kársticos como cuevas y cavernas, las cuales albergan agua aprovechable para el ser humano y son reservas estratégicas de agua que ya estamos contaminando”, declaró.

El ingeniero resalta que, de continuar esta contaminación, las futuras generaciones podrían enfrentarse a una gran crisis hídrica. “Tenemos que ocuparnos de cuidar esas reservas estratégicas de agua; estamos viendo una forma de hacerlo, pero es indispensable tomar conciencia de la importancia y la relevancia que tienen esas reservas estratégicas de agua, y sobre todo tenemos que cuidarlas”, agregó.

Acotó que respecto a los estudios, las aguas superficiales ya están “suficientemente contaminadas, e incluso, ya no podrían ser aprovechables en una primera instancia”.

Citó un estudio de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), que dice que desde hace 30 años las fuentes de abastecimiento de agua para el ser humano eran en un 80 % los escurrimientos superficiales.

Panorama ambiental

“Estos mismos estudios nos indican que para 2030 vamos a depender en un 80 % de nuestras fuentes de abastecimiento de las aguas de los sistemas kársticos; esto quiere decir que las superficiales ya están suficientemente contaminadas para ese aprovechamiento, y que dependeremos de lo que tenemos en las reservas estratégicas subterráneas”, detalló.

El vicepresidente de la asociación invitó a la ciudadanía y a las autoridades a mantener un diálogo con las organizaciones sociales que trabajan en ofrecer opciones para frenar la contaminación.

“No se trata nada más de señalar errores ni las situaciones graves, sino de conocer propuestas inteligentes, sustentadas y con un objetivo a corto, mediano y largo plazo, sobre todo invitar a todos a hacer lo mejor para nuestro hogar. Es de recordar que sale más barato no contaminar que descontaminar, pero para eso se requiere de cultura, conciencia y buenas prácticas”, concluyó.