La bióloga Quetzi Tonantzin Gordillo Pablo alertó sobre la crítica escasez de faboterápicos (antivenenos) en los hospitales de Chiapas y en la capital Tuxtla Gutiérrez, a pesar de que la distribución de estos insumos médicos debería basarse en la alta incidencia de accidentes ofídicos en la región.
Durante una ponencia, la especialista expuso que aunque los protocolos del Sector Salud dictan que la dotación de antivenenos debe corresponder al número de mordeduras reportadas, la realidad en la entidad es muy diferente.
“Aunque sucedan mordeduras, no existen los suficientes faboterápicos dentro de Chiapas, incluso dentro de Tuxtla Gutiérrez”, declaró Gordillo Pablo.
Alto costo
La situación se vuelve más grave al considerar el alto costo del tratamiento. La bióloga detalló que, por ejemplo, una sola dosis del antiveneno específico para la mordedura de araña violinista (Reclusmín) puede alcanzar un precio de 16 mil pesos.
Para las mordeduras de la familia de víboras como cascabel y nauyaca, cada frasco ronda entre los tres mil y tres mil quinientos pesos, y un caso puede requerir la aplicación de 10 a 35 frascos, e incluso más de 100 en situaciones extremas.
“Si sucede una intoxicación a alguien de una comunidad que tiene escasos recursos, difícilmente va a poder pagar esto”, lamentó.
La especialista concluyó recalcando la urgencia de que el sistema de salud garantice el abasto suficiente de estos medicamentos, cuya aplicación temprana es vital, ya que el antiveneno neutraliza la toxina, pero no revierte los daños tisulares como la necrosis, que pueden ser irreparables si el tratamiento se retrasa.
Evita tornitequetes
Frente a esta problemática, la experta hizo un llamado urgente a evitar los remedios caseros, que no solo son inútiles, sino peligrosos potencia.
Desmintió la creencia popular de ingerir alcohol tras una mordedura. Uno de los mitos más peligrosos que buscó erradicar es el uso del torniquete. “Si les cae mal, pónganle un torniquete”, ironizó para luego explicar que esta práctica es muy dañina.
El torniquete acumula el veneno en una sola zona y, al desatarlo en el hospital, la liberación masiva y repentina de la toxina en el torrente sanguíneo puede provocar un paro cardíaco o un shock en el paciente.
Recomendaciones
Las recomendaciones correctas, según la bióloga, son: mantener la calma, no capturar a la serpiente (en su lugar, si es posible, tomar una fotografía desde una distancia segura), retirar anillos, relojes o pulseras de la extremidad afectada para evitar que actúen como torniquetes naturales cuando comience la inflamación, y limpiar la zona de la mordedura.
Un procedimiento de gran ayuda para el personal médico es marcar con un plumón en la piel el límite de la inflamación y anotar la hora.