Alimentos mal enlatados son un peligro

El botulismo es una enfermedad poco frecuente pero grave causada por una bacteria llamada Clostridium botulinum o toxina botulínica, que puede ingresar al organismo a través de heridas o por consumir alimental mal enlatados o mal conservados.

James Gómez Montes, especialista en Salud Pública y Rpidemiología, explicó que la neurotoxina que genera la bacteria puede causar un grave problema en el sistema nervioso central de la persona, llevándola a la muerte.

La bacteria no requiere de mucho oxigeno para reproducirse, se puede originar en los alimentos enlatados. Detectarlo es posible observando la lata, si la tapa es abombada, lo que significa que ya hay un problema.

Aunque la fecha de caducidad esté vigente, si la lata está abollada significa que hay producción de gas y seguramente esté esta bacteria o alguna otra. “Si bien es poco frecuente, son muy raros los casos, [por lo que] hay que tener cuidado, porque sí puede generar la muerte”, comentó.

La afectación al organismo va a depender de la cantidad de alimento o bacteria que ingiera una persona. Puede ir desde síntomas muy leves, como vómito, diarrea, hasta llegar a afectar el sistema nervioso central, produciendo mareos, visión borrosa, hasta un estado de coma por parálisis.

El especialista mencionó que generalmente en el proceso de enlatado es cuando la bacteria puede introducirse, sin embargo, es importante conservar los alimentos enlatados en un lugar fresco y seco, tal como se recomiendan en la etiqueta.

Si se expone una lata al sol o altas temperaturas puede entrar en descomposición, y no necesariamente por la bacteria que provoca el botulismo, sino que puede producirse otro tipo de organismos y bacterias que también afectan la salud del consumidor.

Algunos médicos han señalado que la toxina botulínica también se produce en embutidos con varios días de refrigeración. Gómez Montes dijo que esto es poco probable porque el producto está abierto en el refrigerador, además el exceso de sodio impide la reproducción de la bacteria.

Sin embargo, también se debe tener cuidado en la conservación de esos productos, porque deben estar estrictamente en refrigeración todo el tiempo una vez abiertos y durante pocos días, para evitar que entren en estado de descomposición.