Desde muy temprano ayer viernes, alumnos y padres de familia así como la sociedad civil solidaria se apostaron sobre el bulevar Palenque-Pakalná, específicamente en las afueras de las oficinas del Tren Maya Fonatur, con la consigna de entregar al presidente Andrés Manuel López Obrador un pliego petitorio.

Es de todo conocimiento público que desde hace varios meses, la coordinadora Anita Pérez Arcos (de la Universidad Bienestar Benito Juárez García (UBBJG) sede Palenque) es quien ha mantenido hermetismo total sobre el tema, no da la cara a los alumnos ni a los padres, pero en cambio ha manipulado la información hacia la directora general Raquel Sosa Elízaga, quien emitió un comunicado de más represorio.

Y es que claramente se ve el dolo visceral en su mensaje, en el cual señala a un alumno —en su derecho constitucional a la educación y de libre manifestación, no obstante— que lo tilda de ser el ente político de un grupo ajeno a los intereses de la universidad. “A poco, ¿hay grupos de política en la universidad?”, se cuestionan propios y extraños.

La directora general Sosa Elízaga enfatiza como amenaza que habrá una revisión exhaustiva de la plantilla de universitarios, quien por último indica que habrá retorno a clases el próximo 10 de octubre, si hubiese condiciones; no confirmó la destitución de Anita Pérez Arcos, como lo hizo en una llamada telefónica hecha anteriormente a los alumnos.

Por tanto, los alumnos, padres y grupos que manifiestan su solidaridad con la comunidad universitaria, esperan que el propio Andrés Manuel López Obrador tenga a bien no solo escuchar y analizar, sino de poner fin a este problema que tiene nombre y apellido, que además debe de abandonar la universidad para que se pueda tener certeza, certidumbre y, sobre todo, el derecho a la educación.