Alumnos hacinados por falta de apoyos
Una parte de la plaza cívica fue utilizada para construir los salones provisionales donde los jóvenes reciben clases. Ramiro López / CP

A casi tres años de que el terremoto de magnitud 8.2  dañara la estructura de la escuela secundaria general “Bicentenario de la Independencia Nacional” de esta ciudad, cerca de mil alumnos viven en constante peligro y reciben clases en zona de riesgo y hacinamiento, por la falta de respuesta de las autoridades.

José Bernabé Rocha Altamirano subdirector del turno matutino después del sismo del pasado 7 de septiembre de 2017, no han tenido respuesta de las autoridades estatales ni municipales para mejorar las condiciones de riesgo en que se encuentra esta institución educativa, ya que dicen, no está considera dentro de la zona de riesgo por sismo.

La realidad dijo, es que esta escuela ya sobrepaso su ciclo de  vida útil, al contar con más de 45 años de su construcción y el sismo debilitó su estructura ocasionando separaciones en paredes, muros y grietas en el techo.

Esto ocasionó que el área “A”, que alberga a 14 salones y el 70 por ciento de los alumnos fuera necesario evacuarla, ya que a diario, soportaba 20 toneladas en movimiento y se corría el riesgo de que colapsara.

Desde el momento del sismo, se hizo una evaluación de los daños a la estructura del edificio, enviando la información y solicitud de apoyo al gobierno del estado y municipal para protección de los alumnos sin embargo hasta la fecha, no han recibido respuesta favorable.

Señaló que el gobierno municipal, se comprometió a enviar material y personal para construir seis aulas provisionales para que los jóvenes no estuvieran a la intemperie, pero sólo mandaron triplay y polines para dos aulas que, a media, pudieron construir el comité de padres familia.

Por tal motivo se vieron en la necesidad de cancelar los talleres, auditorios y sala de usos múltiples para habilitarlos como salones y que los estudiantes pudieran ser reubicados en ellos, con el constante riego de sufrir un accidente ya que estos salones contienen, por doquier,  cables  con energía eléctrica, que pueden  ocasionar un accidente entre los alumnos que reciben clases en esas aulas.

Una parte de la plaza cívica fue utilizada para construir los salones provisionales donde los jóvenes reciben clases en condiciones inapropiadas, que no les permite tener una adecuadas atención.