La Catedral de San Marcos fue el escenario de un emotivo homenaje tras el fallecimiento del papa Francisco. Con cien repiques de campanas, la comunidad católica y la diócesis de Tuxtla Gutiérrez expresó su luto y esperanza, reconociendo el legado de un pontífice cercano al pueblo.
La muerte de un papa activa una serie de ritos y protocolos establecidos en el documento Universi Dominici Gregis, promulgado por Juan Pablo II en 1996.
Entre ellos se encuentra la activación de señales acústicas, como el repique de campanas, cuyo objetivo es anunciar a la comunidad eclesial el inicio del periodo conocido como sede vacante, durante el cual la Santa Sede queda sin titular hasta la elección de un nuevo pontífice.
Un adiós que une a la comunidad
Entre los asistentes al acto, el integrante del Patronato de la Festividad de San Marcos, Fidel Rodrigo Herrera Álvarez, compartió su sentir ante la noticia:
“El Santo Padre es para todos los católicos nuestro máximo jerarca, el sumo pontífice. No solo lideraba nuestra fe desde el Vaticano, sino que era una figura social de gran relevancia, respetado incluso más allá de las fronteras religiosas”, señaló.
Asimismo, habló acerca del legado que el papa Francisco dejó en la comunidad católica y en Tuxtla.
“Su pérdida es fuerte, pero también nos deja esperanza, porque incluso en su enfermedad, pensó en nosotros. Aprobó el nombramiento del nuevo obispo para la Arquidiócesis de Tuxtla, quien llegará el día de San Marcos. Ese gesto es un ejemplo claro de su amor a la iglesia y su compromiso con la comunidad”, comentó.
Herrera Álvarez subrayó que el papa Francisco fue una inspiración de servicio y fe activa, recordando a los fieles la importancia de no solo acudir a misa, sino de participar activamente en el crecimiento espiritual de la Iglesia.
Por otro lado, Fanny Chandomí Martínez, cocinera tradicional, expresó la tristeza colectiva que deja la partida del pontífice.
Chandomí Martínez invitó a la comunidad chiapaneca a mantener el sentido comunitario, recordando el legado que el papa Francisco dejó.
“Quiero invitar a la población a acercarse más a la Iglesia, pero también a nuestras costumbres chiapanecas, a no perder el sentido comunitario y espiritual que él tanto valoró”, enfatizó.
Para Citlali Morales Gutiérrez, comerciante, el fallecimiento del pontífice significa un momento de reflexión, no solo para la comunidad católica sino para toda la sociedad.