Luis Alberto Alcántara Pérez, artesano originario de Ocozocoautla de Espinosa, Chiapas, encabeza “Amores y Sabores”, un proyecto que ha convertido su pasión por la cultura zoque y los saberes tradicionales en una propuesta de valor que cobra vida en cada botella; ya que no solo alegra el paladar, sino que también cuida del cuerpo.
Una iniciativa que combina tradición, salud y creatividad mediante la elaboración de licores artesanales.
Su propuesta incluye bebidas naturales fermentadas con frutas, hierbas medicinales y técnicas ancestrales que han conquistado paladares en distintos rincones del estado.
Todo comenzó con “El Curadito”, una bebida tradicional del Carnaval Zoque, conocida por sus propiedades digestivas.
“Es una bebida artesanal de Coita que inicié para rescatar una tradición de nuestras fiestas”, comentó.
A partir de ahí, la creatividad y el conocimiento popular lo llevaron a desarrollar una línea de licores naturales como jamaica, frutos rojos, uva, manzana, tamarindo con chamoy, entre otros.
El proceso, aseguró, es completamente artesanal
“Trituramos las frutas a mano, mezclamos con agua, azúcar y levadura, y fermentamos entre 30 y 40 días. Luego, agregamos un 5 % de posh, bebida tradicional de Los Altos, para detener la fermentación y preservar el producto”, explicó.
Entre sus creaciones destaca un licor de hierbas zoques, elaborado con 15 plantas medicinales como árnica, pasiflora, ginseng, guaraná y valeriana, formulado para tratar el cansancio crónico y otros malestares.
“Se puede consumir como té o como licor, y ayuda a depurar el cuerpo, equilibrar las hormonas, combate el cansancio crónico, devolviendo energía a quien lo consume”, afirmó.
El compromiso de Alcántara Pérez con la calidad va más allá de la elaboración.
Cuenta con constancias de manejo de alimentos y tarjetón de salubridad, lo que brinda seguridad a quienes adquieren sus productos.
“Nos tomamos muy en serio la salud de nuestros consumidores. Por eso, todo lo hago yo mismo, con mucho cuidado”, señaló.
Los precios, dice, son accesibles: desde 70 pesos por 100 mililitros hasta 220 por una botella de 750 ml.
La producción, de pequeña escala, es cuidadosamente fermentada en lotes de 10 a 15 litros para mantener la calidad.
La aceptación del público ha sido muy positiva
“En Coita, en Tuxtla y en San Cristóbal hemos tenido una respuesta increíble. A la gente le gusta el sabor, pero también el trasfondo del proyecto”, enfatizó, resaltando su regular participación en ferias y eventos culturales.
“Amores y Sabores” es más que una marca: es un proyecto familiar, hecho con el corazón.
“Esto lo hacemos con cariño, con nuestras manos artesanales. Una copita después del trabajo es un gusto que debe hacerse con responsabilidad. Queremos que la gente conozca, disfrute y valore lo que se hace en casa”, concluyó.