Rosa Paola Aviña Escot y Pedro Santiago Sánchez, investigadores de la Revista Abogacía, reflexionaron acerca de la justicia hídrica en la frontera sur de México, específicamente en la zona limítrofe entre Chiapas y Guatemala a la luz de las complejidades políticas, jurídicas y comunitarias del agua.
Coincidieron en la disputa histórica del poder político y económico, este enfoque global a veces no logra considerar plenamente las necesidades específicas de cada región, lo que plantea desafíos para el reconocimiento de los derechos y las formas de organización de las comunidades locales que habitan los territorios.
Tensiones sociales
La escasez de agua y las dificultades que enfrentan las instituciones públicas para garantizar su acceso equitativo pueden generar tensiones sociales, económicas y políticas, estos desafíos afectan tanto las relaciones comunitarias como la cooperación a nivel nacional e internacional, especialmente en estados que comparten recursos hídricos binacionales.
“El concepto de seguridad nacional en América Latina se formó en un contexto histórico caracterizado por el intervencionismo estatal, en gran parte influido por factores externos. En el caso de Chiapas, este concepto tiene ecos profundos debido a la historia de conflictos y tensiones en el territorio, lo que ofrece una coyuntura para reflexionar sobre las dinámicas de seguridad en la región”, expresaron.
Por tanto, el agua en México y América Latina ha sido un recurso clave para la organización colectiva, social, comunitaria y territorial, pero también puede convertirse en un factor de tensión.