Debido a que el material orgánico de las telas se desintegra por el tipo de suelo que hay en la región de Bonampak, no existen vestigios tangibles de las prendas que usaban los pobladores de la ciudad de los Muros Pintados. La investigadora Isabelle Sophia Pincemin Deliberos realizó un análisis de las escenas de las pinturas: taparrabos, faldas y huipiles muestran la jerarquía de los pobladores.
En la conferencia “Textiles de Bonampak” llevada a cabo en el Museo Regional de Chiapas, la doctora en Antropología de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) explicó en primer momento que la vestimenta implica una serie de códigos compartidos, los cuales conjugan reglas sociales, religiosas y culturales. Y explicó que estos tienen que ser analizados para comprender las formas de vida de una sociedad.
Murales
La también etnógrafa de la Universidad de París, subrayó la importancia de los murales de Bonampak al tratarse de uno de los conjuntos más grandes de escenas pintadas, y detalló que este posee un total de 296 personajes en 250 metros cuadrados, “ningún personaje tiene repetido el mismo atuendo ni la misma tela”.
“No son prendas de personajes comunes, son gente de elite, hasta los prisioneros podemos suponer que tuvieron un papel importante, partiendo de que las referencias de los cronistas españoles, quienes decían que la mayoría de las personas estaban desnudas, pero la gente noble y en ceremonias se ponían trajes”, detalló.
Destacó el uso del taparrabo, que es un lienzo de tela que cubre genitales, siendo la prenda más básica, son sencillos y despojados de una serie de atributos, regularmente de color blanco y sin adornos; en los murales hay varios asociados a prisioneros, sin embargo, también a representaciones estelares.
Lienzos
La docente de la Universidad Autónoma de Chiapas (Unach) expuso que también están los “Ex”, unos lienzos cuadrados o rectangulares que cubren de la cintura a las piernas, siendo la prenda más usada en los dibujos: estas solían estar adornadas con representaciones y no cualquiera podía portarlas.
Por otra parte, están las faldas, que podían ser largas y medianas; expuso que hay un personaje importante que no se ha visto en ningún otro sitio, el cual posee motivos geométricos. También uno de los maraqueros usa una especie de falda hawaiana, con tiras de tela, algo poco común y que representa estatus; también hay faldas con figuras de deidades o pieles de jaguar.
Sobre los huipiles, dijo que si bien en el mundo maya se atribuye a las mujeres, también podía ser usado por los hombres, pues igualmente son el símbolo de fertilidad, razón por la cual en Bonampak hombres y mujeres lo usaban.
No obstante, destacó que hay dos mujeres con título que relucen esta prenda con plumas y motivos en blanco y verde; asimismo, destaca el uso de turbantes y capas, las cuales eran usadas en su mayoría por los guerreros.