Ismael Martínez, quien lleva más de 25 años en el Andador San Roque como locatario, compartió que este espacio lleno de color y vida ha logrado un repunte económico en el último año y se ha revitalizado tras su remodelación.
El lugar que alberga taquerías, locales con venta de artesanías, peines, ropa, libros, dulces, panadería, chanclas, artículos de madera, de colocación de marcos y vidrios, entre otros, cada día es visitado por cientos de capitalinos y uno que otro turista.
Recordó que por debajo pasaba un canal, el cual embovedaron. En primer lugar los locales estaban sobre el piso de tierra, con el tiempo llegaron a ponerles concreto.
Señaló que tras la huelga de transportistas de la cooperativa Tuxtla, muchos de los locatarios tuvieron que emigrar a otro lugar por la caída en las ventas. Fueron pocos quienes resistieron los embates de la merma económica que provocó pérdidas y cierre de negocios.
El vendedor de artesanías de mimbre, carrizo y juguetes de madera externó que los productos son adquiridos por artesanos de Chiapas y de algunos otros estados de la República Mexicana. Destacó que la adquisición de juguetes ha disminuido en la actualidad en un 40 por ciento.
Cabe destacar que la actividad en el Andador San Roque comienza todos los días a las 9 de la mañana y concluye por la madrugada, por que las taquerías siguen funcionando.
El locatario destacó que la seguridad está garantizada ya que cuentan con elementos de la policía, por lo que invitó a los tuxtlecos a seguir visitándolos.