Lucy ha enfrentado a tres pandemias

A Lúcila Acosta Reyes, enfermera con 39 años de servicio en la entidad, la actual pandemia del SARS-CoV-2 o covid-19, le hace recordar otras que ha superado a lo largo de su trayectoria como servidora de la salud.

Originaria de Misantla, Veracruz, cuenta que su interés por la enfermería nace a raíz de que desde niña cuidaba a sus hermanos y a su madre; después, a los 15 años tuvo la oportunidad de entrar a un curso de auxiliar de enfermería, y luego ser enfermera vacunadora en Paso del Macho, su estado natal.

La destacada enfermera llegó hace 45 años a la entidad y su primer paso fue ingresar a la Instituto Superior de Estudios de Enfermería del Estado de Chiapas (Iseeech); con complicaciones económicas logró sacar su carrera.

“Al principio resentí los problemas económicos. Me costaba mucho sacar el dinero para la tesis y el trabajo. Tardé un poco en titularme, además me casé y embaracé muy joven, por lo que me limité económicamente”, narra.

Doña Lucy, como es conocida entre sus compañeras, inició su carrera de salud en 1982, en el Hospital Regional “Dr. Rafael Pascacio Gamboa”, conocido también como “4 pisos”.

“El famoso de cuatro pisos, antes de ingresar, ahí hice mis prácticas y servicio social. Hasta el día de hoy sigo en activo”, cuenta.

Acosta Reyes también ingresó al Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) en 1992, no obstante, tras brindar sus años correspondientes de servicio al estado, fue recientemente jubilada.

Experiencia

Con emotividad, Doña Lucy externa que estos casi 40 años de servicio hacia la enfermería le han representado bellos recuerdos, no sólo como trabajadora, sino como madre, esposa y familiar.

“Gracias a Dios, desde el inicio he sabido atender al que tiene dinero y al que no; muchas veces llegan personas que no tienen recursos económicos y se les da la misma atención. Hay que entender que el servicio es para todos por igual, sin importar raza, sexo, color, estatura o enfermedad.”

La enfermera recuerda que a lo largo de estos 39 años, una de las experiencias que más recuerda son los temblores, ya que vivió tres en el momento de su horario de servicio.

Afirma haber vivido un sismo fuerte en la década de los ochenta, otro el ocurrido el 20 de octubre de 1995, cuya área de actividad afectó al centro de Chiapas, por ello, los daños se enfocaron principalmente en la región Frailesca, Cintalapa, Jiquipilas, Chiapa de Corzo y Tuxtla Gutiérrez.

Por último, también vivió el terremoto del 7 de septiembre de 2017, catalogado como el más fuerte en 100 años por su magnitud de 8.2 grados en escala de Ricter.

“Pues el hospital está construido de forma vertical y se siente feo, pero nunca dejé a mi paciente, no me dominó el miedo ni salí corriendo; me ponía a pensar en que el paciente necesitaba valentía y no era justo que me viera cobarde y nerviosa.”

Pandemias

Doña Lucy comenta que el oficio de enfermería, pero en general de cualquier servidor de la salud, es siempre actuar con empatía, ya que cualquier persona que necesite una ayuda se debe considerar su situación emocional al momento de llegar a un hospital.

Respecto a la actual pandemia, Doña Lucy explica que no ha sido la única enfermedad de tipo viral que ha confrontado en la primera línea, ya que recordó que la primera fue un brote de sarampión en pacientes adultos en 1983.

La siguiente fue un brote cólera allá por 1991; dice con detalles en los que se visualiza el grado de peligro que tuvo que enfrentar.

“Me tocó tratar con pacientes directamente, incluso yo estaba embarazada en ese momento; existían muchos pacientes y el riesgo de contagiarme era alto, pero nunca cambié mi servicio, me quedé ahí hasta que fue superado dicho proceso.”

En ese momento, México había anunciado como una de las causas del cólera el consumo de agua de los ríos; la enfermedad avanzó de tal forma que se mantuvo de 1991 a 1993 en más de 20 países de América Latina.

El libro de estadísticas de las Naciones Unidas informó que México registró 391 mil 708 casos y 4 mil 2 defunciones en 1991; para el siguiente año fueron 352 mil 197, con 2 mil 395 muertes y, en 2013, disminuyó a 204 mil 524 casos y mil 558 defunciones.