El bajo consumo de alimentos que contengan hierro, y el exceso de productos ultraprocesados, sobre todo si hay una enfermedad de fondo, es un factor de riesgo para el desarrollo de anemia, una condición que si no se atiende puede representar un peligro para la salud.
Especialista
James Gómez Montes, especialista en Salud Pública, comentó que cualquier persona pueden presentar anemia, incluso una persona con sobrepeso (que nunca va ser sinónimo de buena salud) y no es exclusiva de personas delgadas.
“También personas que hacen ejercicio y están en su peso normal, si presentan otro padecimiento o no cuidan su alimentación… lo importante es una dieta balanceada y ejercicio”.
Se trata de una baja en los niveles de hemoglobina en la sangre, una proteína que le da el color rojo. Es importante porque se encarga de transportar el oxígeno hacia los órganos, principalmente el cerebro.
Hay diferentes tipos, la microcítica, que significa que los glóbulos rojos son más chicos; la macrocítica, que es cuando crecen anormalmente, pueden ser causas por diversas enfermedades.
Otro, es la aplásica, que es provocada por el uso de algunos medicamentos y es la más grave, parecido a una leucemia. La más común es la ferropriva o ferropénica, que significa una deficiencia de hierro en el organismo.
Síntomas
Cuando una persona presenta esta última tiende a cansarse demasiado rápido, incluso solo por caminar, además, también hay palidez general que es evidente en la mucosa de los labios y ojos.
El diagnóstico de anemia se realiza a través de un estudio de sangre que se llama biometría hemática. Analiza el nivel hemoglobina, que lo normal en un adulto promedio es entre 11 y 15 gramos, si presenta 10 o 9 se considera como anemia.
El tratamiento es el consumo de hierro, tomado o inyectado, según el grado que presente. Hay personas que por otra enfermedad llegan a desarrollar anemias muy pronunciadas, hasta con cinco o seis de hemoglobina, ahí ya es necesario una transfusión sanguínea.